miércoles, 28 de diciembre de 2011

Autoinocentada



Un día como hoy -no hay manera de olvidarlo- hace como veinte años, estaba siendo entrevistado en televisión. De pronto, durante el corte, la conductora (ex amiga mía, por el motivo que veremos)me propone gastarle una inocentada al público televidente; total, que yo me presto al juego sin saber que la ley de Murphy habría de cumplirse rigurosamente.

Con la confianza, así lo habíamos acordado, de que ella, a tiempo de despedir el programa, iba a conjurar la fórmula "que la inocencia les valga", le respondí a la pregunta ideada sobre una supuesta operación de cambio de sexo dando por cierta la cuestión e inventando, sobre la marcha, detalles de lo que habría de ser tal intervención quirúrgica.

Inmediatamente las líneas telefónicas del canal se saturaron de llamadas "indignadas" por lo que acababan de escuchar de mi boca... yo me cagaba de risa..

Hacia el cierre y despedida del programa, la muy estúpida se olvida de decir que aquello era una inocentada... (corte, publicidad y próximo programa).

La quería matar. Intentamos aparecer en el programa deportivo para "aclarar la situación", pero no nos lo permitieron... y las llamadas continuaban. Lo hicimos al día siguiente... pero el daño ya estaba hecho.

Durante unos días fue tema de comentario y como nunca hubo tal operación, ni cosa parecida las cosas volvieron a la normalidad.

¿Inocentes? No, gracias.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Sucre y después



2011 acaba siendo nomás “el año del maskinazo”. Lejos de asumir una actitud democrática que se traduzca en una amnistía para los presos políticos y los exiliados y en el cese de la persecución a los opositores, el régimen ha acentuado su talante despótico ejecutando más golpes a la institucionalidad.

Pareciera que en una reacción directamente proporcional a las derrotas sufridas por el oficialismo –conflicto del TIPNIS, “elección” de autoridades judiciales y elecciones municipales en Sucre y Quillacollo- éste se hubiera dado a la tarea cortar las cabezas más emblemáticas que aun estuvieran en pie: la guillotina judicial del Gobierno ya cayó sobre Ernesto Suárez, legítimo gobernador -y legalmente elegido- del Beni; ahora va por Rubén Costas, para asaltar la gobernación de Santa Cruz y, con ello, hacerse de todas. Voraz apetito de poder que no respeta formas, y menos contempla los derechos humanos.

Pero, ¿cuál es el efecto concreto de las suplantaciones ejercitadas por el régimen? Lo sucedido en Sucre y en Quillacollo demuestra que todo el tiempo que duró el asalto a las alcaldías de estos municipios era de ficción política; con los resultados electorales llegó un sinceramiento de la realidad: el elector optó por colocarse al centro, merced a propuestas de unidad que llegaron a coincidir con el sentir del ciudadano.

En el terreno de las conjeturas, uno se pregunta si el acompañamiento en forma de campaña que hizo Evo Morales a sus candidatos en ambos municipios –Pazña no mereció tantas atenciones presidenciales y el MAS ganó en este pequeño municipio- los favoreció o, por el contrario, los perjudicó. Me inclino por lo segundo; la imagen de Su Excelencia ha perdido todo el capital simbólico que encarnaba hasta hace un par de años. Futuros candidatos de MAS, asegúrense de tener a raya al jefazo en futuras campañas.

Sucre, fundamentalmente, marca una ruta, la de la unidad, que de ser proyectada hacia las próximas elecciones generales es carta segura de triunfo; pero sin la voluntad de los actores políticos democráticos, esto no pasa de ser un “wishful thinking”.

Y mientras acabo estas letras, en Sucre mi amado Tigre se ha coronado campeón de Bolivia. Ése es el camino!!!!!!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Soy inviable (Carlos Toranzo)



En cualquier fiesta, en toda reunión, social o de otro tipo, siempre me han preguntado de qué equipo soy. Mi respuesta siempre ha sido decirles que soy inviable y que estoy acostumbrado a sufrir, es decir, que soy del Tigre.

Los bolivaristas se solazan con esta respuesta, pues entienden que lo ganan todo, cosa que no es del todo evidente. ¿De dónde me viene esa sensación de inviabilidad? Creo que emerge en estos últimos 20 años, pues se trata de una época en la cual los bolivaristas nos ganan con demasiada frecuencia.

Y cuando nosotros ganamos, lo hacemos sufriendo, defendiendo con los 11 jugadores agarrados de los palos del arco, o metiendo un gol a los 93 minutos del partido, a ponchazos, las más de las veces sin técnica, pero eso sí, a fuerza de riñón. Creo que muchos de los goles, en realidad, los mete la hinchada a fuerza de creer, de entender que es posible ganar y que perder no es un destino predefinido en la vida. Sí, la hinchada tiene garra, fuerza, cree que su equipo tiene más fuerza que todas las debilidades que salen a la luz.

Es que ser atigrado es algo especial, implica aprender a sufrir, aprender a ganar a última hora con gol de canilla, tobillo, de rebote, o como sea; al ser Tigre se aprende a perder, pero teniendo siempre la cabeza alta. No tendremos técnica, pero nos sobra adrenalina, fuerza, riñón y factor H.

Esta sensación de inviabilidad creo que no la tenía en los 50, 60 y hasta en los setentas, pues creo que en esa época las cosas estaban más balanceadas entre el Tigre y el Bolívar, no puedo jurarlo, no tengo datos en la mano, pero en esos años no tenía la sensación de inviabilidad que poseo en el presente. Tan desbalanceadas estaban las cosas en los últimos tiempos –volví de México hace 25 años- que alguna vez creí que era necesario el pase de Marcelo Claure al Tigre, para que invierta, para que traiga jugadores, para que modernice la gerencia del Tigre.

Pero, muy rápido se me fue esa idea de la cabeza, pues me di cuenta que ese señor sabe de celulares, de empresas, de marketing, pero no sabe nada de fútbol, o conoce muy poco del balón. Además, no es tan moderno como se cree, pues trae de entrenadores del Bolívar a sus compadres, a sus amigos y eso es pre moderno.

Entre el anterior director técnico, creo que colombiano, y el actual Hoyos, el Bolívar está lleno de hoyos. Y lo que es peor, como Claure es gerente propietario, nadie tiene derecho a chistarle nada al “jefazo” del Bolívar, lo cual no es nada democrático, y yo estoy hasta la coronilla de jefazos. Por eso, bien nomás que se quede en el Bolívar.

Yo soy un tigre extraño, no soy como los de Boca que se solazan con la derrota del River y viceversa, no llevo a esos extremos mi diferencia con el Bolívar. Cuando el Bolívar juega finales contra cambas, cochalas y orureños, le voy al Bolívar, lo hago ante todo porque soy paceño. Y, más todavía, apoyo con más fe a los celestes cuando ellos representan a Bolivia en cualquier torneo internacional.

En estos últimos días, los enojos de la hinchada contra el entrenador, contra los jugadores, era extrema, los querían colgar, deseaban acribillarlos, o hacerlos picana en los días de Navidad. Clasificamos de milagro, con ayuda de la mano de Dios y de otras manos. Llegado el partido contra el Bolívar, perdimos 1-0, podíamos haber tenido un mejor resultado, pues ellos jugaban con diez, pero, no lo hicimos. La revancha nos infló el pecho, eso de ganarles 4-0 no es cosa de cada día, era un milagro. Y como los más de los tigres, no sólo que aman a su equipo, sino que odian al Bolívar, creyeron que con esos cuatro goles estaban saldadas todas las cuentas de las muchas humillaciones que tuvimos contra los celestes.

Y después, contra Oriente, cuando estábamos 1-3, ya sentíamos que, de nuevo, nos llegó la mala suerte. Pero, la hinchada reaccionó antes que el equipo y los llevó a un histórico y épico 5-3, que por obra del destino no llegó a 6-3.

La revancha en Santa Cruz fue a lo Tigre, sufriendo, agarrados de los palos, a puro riñón y fuerza. Eso nos llevó a la final. Al jugar con Universitario, no había que hacerse a los locos y ganamos un 2-0 aceptable. No sé qué pasará mañana, ojalá seamos campeones, para que eso nos reconforte y sepamos que entre tantas penas podemos tener una alegría.

martes, 20 de diciembre de 2011

Un final y un comienzo



Hoy, martes 20 de diciembre, le pondré punto/aparte al segundo ciclo de "Cuerdas Vocales". El primero duró poco más de un año allá por 2000/2001 en radio "Graffitti" que era de propiedad de Elizabeth Salguero, hoy ministra de cultura por cuenta del MAS.
Éste, que concluye hoy con la emisión del programa #232, lleva tres años y cinco meses en radio "Deseo", de María Galindo (Mujeres Creando).

A un promedio de 8.5 piezas por sesión, con la de esta noche habremos apreciado 1972 -nada desdeñable-. Coincide esta última sesión con el fallecimiento, hace un par de días de la cantante caboverdesa Cesaria Evora, a quien dedicaremos el tramo central.

El motivo para dejar en reposo a CV es que en 2012, los Rolling Stones -y este sevidor- cumplen 50 años como banda y he decidido emplear el mismo espacio horario -ampliado a una hora más- para conmemorar dicho acontecimiento. Serán 50 martes, empezando por el segundo y terminando por el penúltimo de 2012, en los que seremos "Cincuestones".

Gracias por haberme acompañado en CV y quedas cordialmente a hacerlo en "Cincuenstones". ¡Larga vida y cuerdas calientes!!!!!!!

viernes, 16 de diciembre de 2011

"Diálogos en el proceso de cambio"



La que sigue es la transcripción de mi intervención, en calidad de comentarista, durante la presentación del libro "Diálogos en el proceso de cambio", realizada el jueves 15 a hora 19:30, en el salón "Illimani" del hotel Raddisson.

Buenas noches. Deseo expresar mi agradecimiento tanto a la Fundación Konrad Adenauer como a la Asociación Boliviana de Ciencia Política no, o por lo menos no en primer término, por haberme invitado al panel de comentaristas de esta presentación, sino por el genuino compromiso para sostener espacios de debate democrático en un tiempo poco “aconsejable” para dicho cometido. Un participante, durante alguna de las jornadas de análisis promovidas por ambas entidades, decía que la mejor prueba de que en Bolivia había democracia era justamente que estábamos ahí deliberando sin amenaza alguna. Yo creo que lo hacíamos, como lo estamos haciendo ahora, “a pesar” de las restricciones, cada vez más duras contra la libre expresión, no necesariamente bajo la figura de amenaza física sino, las más de la veces, de represalia material; intente usted canalizar recursos con destino al fortalecimiento democrático y entenderá lo que digo. Gracias, entonces.

A manera de inicio quiero mencionar dos conceptos que han estado rondando mis pensamientos durante estos días; y, luego, ya entrando en materia, una advertencia que creo necesaria.

El primero tiene algo de homenaje también, pues hace referencia a una precisión que hizo nuestro buen amigo Joan Prats, que en paz descanse, en un foro auspiciado por la KAS, si no recuerdo mal. Decía el politólogo español que la política no es la ciencia política –indistintamente confundidas por mucha gente, gente, incluso, de buena preparación en otros campos- ; si así fuera, decía, entonces, los mejores políticos serían los cientistas políticos. No suele darse esa coincidencia, agregaba –aunque es frecuente en nuestro medio que ambos roles sean intercambiables según la situación que se ocupe en relación al poder, se me ocurre-. El analista, el cientista –continuaba- tiene cualidades extraordinarias, muy apreciables, pero que son distintas a las cualidades que requiere el político.

“La política es un saber en la acción y para la acción que puede ser inspirado e instruido desde la ciencia política, pero lo que sabe el político no lo sabe el cientista político, y lo que sabe el cientista político no lo sabe el político”, cita textual con la que paso al segundo.

Muy próximos al cierre de la gestión 2011, me provoca mucho expresar que los días pasan lentamente y los años pasan volando. ¡Qué rápido ha pasado!, solemos decir cada fin de año, pero muchas veces apenas podemos sobrellevar el día a día porque los obstáculos de presente continuo, de ese “estar pasando”, nos los hacen interminable.

De manera análoga, la sociedad termina aceptando cosas que en el desarrollo de su incorporación a las realidades cotidianas se las combatía con argumentos incontrastables desde la lógica y desde el sentido común también. Lo que ocurre es que la vida –tanto individual como en sociedad- continúa y nuevos desafíos se aproximan en el horizonte aguardando la posibilidad de rectificar lo que a pesar de su inaplicabilidad o inconsistencia, se impuso de todos modos.

Bien, ahora, respecto de la advertencia que adelanté, me encuentro con que la obra titula, al igual que el programa del cual procede, Diálogos en el proceso de cambio. Cuando en mis escritos me veo obligado a utilizar las tres últimas palabras, las pongo entre comillas, no obstante reconocer que el régimen las hizo suyas; a fuerza de consigna se adueñó de un concepto consustancial a la democracia, porque ¿qué es la democracia sino un continuo cambio, eso sí con sujeción a las leyes? Cambio sin ley es anarquía, y ley producto de la continua violación de normas precedentes no es democracia. Dicho esto, vayamos al texto.

“Diálogos en el proceso de cambio” es la memoria del programa del mismo nombre que las instituciones convocadoras desarrollaron durante 2011. Estructuralmente hablando, mantiene la característica metodológica de otras publicaciones KAS/ABCP: Presentación del tema a cargo de la ABCP, con datos y criterios de contexto; ponencias de los panelistas; debate con la intervención de los asistentes al foro, y, como colofón, en lugar de las conclusiones que aparecen en los textos de otros programas, un ex post, con lo sucedido en relación al tema luego de efectuado el foro. Probablemente sea éste, el principal atractivo de la publicación; no es frecuente encontrarse en el escritos de este tipo con hechos posteriores que confirmen o refuten los análisis previos. El segundo eje temático incluye, además, una carta testimonial.
Dichos ejes, uno aislado y dos de alguna manera relacionados son: “Preelección política y elección popular de los Magistrados del Órgano Judicial en Bolivia: Problemas, incógnitas y desafíos” cuyo debate se realizó en Sucre el 28 de junio, “La cuestión indígena en el gobierno del MAS: Entre el discurso y la realidad”, cuyo debate tuvo lugar en Cochabamba el 12 de septiembre; y “TIPNIS: La concentración del conflicto social y la crisis política gubernamental” llevado a cabo en La Paz, el 9 de noviembre en La Paz.

Tuve el gusto de presenciar este último y ser testigo de la calidad de los expositores, más allá de no necesariamente compartir el punto de vista de alguno de ellos.

Cuentan también con valor documental, puesto que no son meras líneas de circunstancia, el prefacio, firmado por Susanne Käs, representante KAS en Bolivia y la presentación, firmada por Marcelo Varnoux Garay, Presidente de la ABCP, que da cuenta de la metodología y el criterio empleado para la elección de cada eje temático.

El proceso de selección/elección de autoridades judiciales, ciertamente fue “inédito”, pero no por las razones que aduce el régimen para calificarlo como tal. En un artículo que escribí durante los días previos a la pre/elección asamblearia señalé que, dada la naturaleza meritocrática y de escalafón de estos cargos, llevar a votación los mismos sería como someter a elección popular los puestos del alto mando militar, y abriendo las candidaturas a soldados, cadetes, suboficiales y oficiales de todos los rangos. Podría darse que un dragonéate resultara elegido como comadante en jefe.

Contra todo sentido común, aunque apoyado en la prescripción constitucional, el régimen llevó a efecto su elección, cometiendo durante el transcurso del proceso una serie de arbitrariedades. A esto se sumó el carácter plebiscitario que adquirió y que, una vez conocidos los resultados, lo dejó malparado y sus elegidos quedaron huérfanos de legitimidad. Con todo, éstos van a ser posesionados dentro de algunas semanas y se habrá consumado un golpe “light” a la administración de justicia, extremo a ser confirmado cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional viabilice la re-reeleción del Sr. Evo Morales.

Los ponentes sobre este tema –Marco Baldivieso y Germán Gutiérrez Gantier- diagnosticaron problemas similares, pero el último fue enfático al señalar que: “Podemos tener un Órgano Judicial altamente ilegitimo y altamente penetrado por el poder político nacional”. Que es justamente lo que se ve –y se anota- una vez concluido este capítulo que ratifica al nuestro como un país/laboratorio.

El texto, en la parte de compulsa del análisis con los hechos posteriores, destacada anteriormente, plantea una inquietante cuestión: “Un dato curioso –sostiene- que no ha sido aclarado es que el voto nulo prácticamente arrasó en el ámbito urbano del país. En todos los casos, los votos nulos están – en promedio – por encima del 52% y los válidos no superan el 35%. Sin embargo, los votos del área rural han compensado esa diferencia, ya que en todos los casos, el promedio de votos válidos es 49% y el de votos nulos el 26%. El problema radica en que casi el 70% de la población de Bolivia reside en áreas urbanas – ciudades capitales e intermedias – y el resto en el área rural. Si esto es así, aún cuando en el área rural hubiera triunfado el voto válido, de ninguna manera podría haber equilibrado al voto nulo de las ciudades ya que en términos absolutos mucha menos gente vive en el campo”.

Los siguientes dos ejes temáticos parecen tener una relación antecedente/consecuente insospechada hasta hace menos de dos años. No es el mismo caso del tema anterior que ya podía ser tratado desde que pasó a formar parte de las prescripciones constitucionales; se trata más bien de la “coincidencia” de una temática de orden estructural –“lo indígena”- en su relativamente nueva condición de sujeto en nombre del cual dice actuar el régimen –y las tensiones entre el discurso y la realidad- y un hecho que pocos, o nadie, podían prever –al menos con el dramatismo con el que ocurrió- en el tiempo señalado conocido mundialmente por sus inicales: TIPNIS.

El nexo entre uno y otro lo traza el propio documento en el ex post del eje “La cuestión indígena en el gobierno de MAS: entre el discurso y la realidad” cuyo debate se efectuó 13 días antes del momento más álgido de la VIII marcha de los pueblos de tierras bajas. Tanto el documento base puesto a consideración por la ABCP como en la ponencia de Freddy Camacho Callizaya y, muy notoriamente, en las intervenciones de la audiencia, el “factor TIPNIS” concentra la discusión, con alguna expresión, incluso, en el marco de la deliberación democrática, contraria a los marchistas. Parecía, pues, inevitable hacer un foro específicamente orientado a esta materia y así ocurrió cuando el último diálogo de este ciclo abordó precisamente ésta bajo el rótulo de “TIPNIS: la concentración del conflicto social y la crisis política gubernamental”, diálogo al que, por haber ocurrido en La Paz, asistí en calidad de ciudadano y del cual me fui algo aturdido por la postura expresada por uno de los expositores, mi buen amigo Samuel Tola.

Me parece muy pertinente que los patrocinadores de estos diálogos hubieran subtitulado el segundo con la compulsa entre el discurso y la realidad. Si los actos fallidos –expresiones que hacen consciente lo inconsciente sin que quien las enuncia se lo hubiese propuesto- cuentan como datos ciertos de las intenciones de alguien, la que se le escapó a un funcionario gubernamental hace unos tres años en el marco de un foro análogo a los que proponen la ABCP y la KAS es muy ilustrativa de lo estaría pasando por la cabeza de algunos prominentes operadores del régimen. No me lo contaron, yo estaba ahí y no olvido la cita. “Los indígenas son nuestro mayor obstáculo; no sabemos qué hacer con ellos”… a confesión de parte… podría aplicarse perfectamente a esta confidencia.

Pero hablar de lo indígena hoy, no es lo mismo que haberlo hecho antes de la aprobación del texto constitucional que nos rige; en éste figura una categoría que, a efectos mnemotécnicos, la llamo “Orinoca” (originario indígena campesino) que, aunque no en ese orden, esconde, disimula, confunde, unos términos con los otros. Así, este dispositivo relativiza efectivamente aquello por lo que mucha ideología y mucha teorización se hizo los últimos 70 años; para bien y para mal, añado.

La creciente presencia del “factor TIPNIS” en el “el ambiente” dominó, como era de esperarse tanto las exposiciones como las intervenciones de los panelistas como de los aportes de los asistentes. “Lo indígena” volvió a adquirir autonomía conceptual, esta vez en franca interpelación al régimen.

Así pues, de entrada nomás, Freddy Camacho Callizaya titula a la suya “Una carretera civilizadora desarticula el discurso plurinacional pachamamista
e instaura el desarrollismo social darwinista como ideología del régimen masista” y se permite apreciaciones como la siguiente: “Este conflicto tiene la virtud de desarticular el concepto central homogenizante: Indígena Originario Campesino (IOC) que hoy muestra su contradicción interna entre Indígena vs. Campesino (si bien ambos responden al concepto originario), lo cual a su vez desarticula el concepto, antes unido, de tierra y territorio, descomponiéndolo en dos visiones antagónicas: tierra, que corresponde a la visión campesina, colonizadora, cocalera
vs. territorio que corresponde a la visión indígena”; que amplía lo que anoté.

Una suerte de preanuncio para el último eje que seguramente, en principio, sólo consideraba la evaluación de los dos años del segundo periodo de gobierno del presidente Morales pero, ante los hechos, los promotores del programa decidieron, supongo, “casarlo” con el “factor TIPNIS”. Fue ésta la ocasión, como les decía, en la que estuve presente entre la audiencia.

El factor TIPNIS sintetiza, como si alguien lo hubiera diseñado de tal manera, la suma de torpeza, incompetencia y cinismo del régimen. Quien crea que este asunto quedó resuelto con la promulgación de la “ley corta” y el tratamiento de su reglamento peca de ingenuidad. Inmediatamente promulgada dicha ley, el régimen montó una campaña de desacreditación de los dirigentes de los indígenas de tierras bajas y, en su constante de ver en todo acto crítico a su desempeño un acto de conspiración, llegó a afirmar que el propósito de la marcha era asestar un golpe de Estado. Habrá que hacerle recuerdo que a su llegada a La Paz, los marchistas y una nutrida cantidad de ciudadanos lograron ingresar al kilómetro 0, permanecieron cerca a media hora y se dirigieron tranquilamente a otro lugar… ¡A nadie se le ocurrió “tomar” el palacio de gobierno!. Estamos ante lo que el Vicepresidente denomina “estrategia envolvente”, eufemismo por lo que en términos vulgares se denomina “chanchada” (perdón por mencionarlo, pero no encuentro una manera más expresiva de hacerlo) y la recientemente concluida reunión de adherentes del régimen forma parte de la misma.
Pero así como expreso mi condena a esta manera de obrar del régimen, no puedo dejar, ya que la ocasión se me ha presentado, de hacer lo mismo respecto de algo que escuché en aquel debate –ya se los había adelantado-. Don Samuel Tola, no durante su exposición formal, sino en su intervención en respuesta a las consultas de la audiencia, dejó entrever, casi explícitamente, que el camino de resolución de esta crisis de Estado pasa por la intervención de las FFAA. Sencillamente inaudito.

A pesar de todas las restricciones que el régimen ha puesto al libre ejercicio democrático, la respuesta no puede llegar sino en los propios términos democráticos. Por lo pronto el régimen ha perdido buena parte de su capital político; aspecto que no es irreversible. Pero déjenme decirles, a modo de cierre, que ha perdido prácticamente todo su capital simbólico, y eso no tiene reparación.
Muchas gracias.

martes, 13 de diciembre de 2011

Lógica y política en Hegel; lecturas paralelas


Mi persona con el autor de la obra.


La que sigue, es la transcripción de la presentación comentada que hice del libro de refencia.

Buenas noches. En primer término quiero agradecer al autor de la obra, Mag. Gonzalo Tinajeros Arce, el haberme considerado para este cometido, el de expresar algunos criterios a propósito del libro que tenemos entre manos, Lógica y Política en Hegel: silogismos y poderes, su más reciente producción.

Sobre el autor, puedo decir, en breve, que desde su regreso al país una vez culminados sus estudios de maestría, se ha abierto ya un camino en el ámbito de los pensadores cuya misión parece ser la de refrescar el debate intelectual en nuestro medio, aparentemente atrofiado en la circularidad del discurso único. A Tinajeros y sus congeneracionales les corresponde la tarea de liberar las ideas que el poder preferiría tenerlas proscritas.

De la obra, que es lo que cuenta para esta ocasión, vamos a comenzar poniendo en cuestión su oportunidad. En un ambiente plagado de tinta dedicada a desacreditar “lo occidental” en sentido amplio, cultural, del concepto, el texto que nos propone Tinajeros podría pasar por un exotismo intelectual, un afán inútil o, como a mí me gusta decir, refiriéndome a casos en los que un creador no sigue necesariamente la tendencia –moda- artística o intelectual y no coincide con el espíritu de época, está “comprando a la baja” en analogía con la acción bursátil del mismo nombre, salvando las imprecisiones propias de toda metáfora.

Pero convengamos también en que cuando todo el mundo hace algo, y ese algo es la misma cosa, a veces dejamos que el sentido común se lo lleve el viento. La moda intelectual actual tuvo en sus principios algo de originalidad y consistencia; a la fecha, la idea es cantarle loas al proceso en curso con el agravante de haberlo personalizado en la figura del jefe. He llegado a pensar que se edita cualquier refrito de las mismos argumentos porque hay un “mercado cautivo” aún dispuesto a consumir tales lecturas. Quienes firman esos textos –inclusive opúsculos de mínima calidad literaria- están “comprando al alza” sobre seguro.

Tinajeros hace lo contrario, no sólo porque se ocupa de un tema marginal, en términos de debate público -de manera algo torpe, podríamos exclamar ¡a quién le importa Hegel hoy!- sino porque lo hace con rigurosidad académica.

El eje conductor de la investigación es la extrapolación del sistema lógico desarrollado por Jorge Guillermo Federico Hegel al campo político; extrapolación propuesta por el propio Hegel a los lectores de su tiempo y contexto histórico.

Dicha aplicación está explicitada en este texto en los siguientes términos: “El silogismo racional ‘especulativo’, fue empleado por Hegel no solamente en el ámbito teórico de la lógica, sino también en el ámbito práctico de la política. Primeramente en la ciencia del Estado de una manera muy general y esencialmente comparativa en relación a los silogismos de la ciencia física de la astronomía… posteriormente los silogismos de la ciencia del Estado fueron desarrollados de una manera más profunda y determinada en la obra Filosofía del Derecho, en la cual Hegel empleó tres relaciones silogísticas del concepto de Estado”. A continuación, el autor detalla la naturaleza de los mencionados silogismos a los que no me voy a referir en general para dejar a los lectores su análisis; aunque sí, más adelante haré una referencia un punto en particular, derivado de unos de ellos.

Retrocediendo en el texto, nos encontramos, con unos toques de biografía, a un Hegel entusiasta, y más tarde decepcionado, del proceso revolucionario francés y luego a un admirador de Napoleón. Según Hegel, la revolución se quedó en la enunciación abstracta de la libertad y de la igualdad y Napoleón, a través del Code determinó, por primera vez y de manera expresa, los derechos y las obligaciones civiles y políticas de todos los ciudadanos de un Estado libre.

A mi juicio, Hegel con su énfasis en lo corporativo, lejos de adelantarse a su tiempo, se ve como un pensador conservador, incluso para su tiempo. Los partidos políticos comenzaban a tomar forma y son ignorados olímpicamente por Hegel y, para peor, en la descripción de las caras de los silogismos, en la parte pertinente a las funciones y prerrogativas del componente “S” (soberano, príncipe), en cuyo punto 4 ratica la sucesión hereditaria al trono.

Trabajando con la dialéctica, la propuesta de Hegel no estaba exenta de contradicciones internas, cosa que autores más modernos resolvieron complementando la independencia de poderes con la coordinación e interdependencia entre los mismos, la función intermediadora y agregadora de demandas de los partidos o el “accountability”, entre otras innovaciones, que los representantes parlamentarios deben a sus electores.

El texto de Tinajeros, finalmente, ofrece un ejercicio intelectual de lecturas laterales desde nuestro tiempo. “Estado aparente” y “Seguridad jurídica” son dos conceptos muy al uso, a los que Hegel ya se refería en su tiempo.

Muchas gracias.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿MASking a los medios?




Hacia finales de 1974, la Iglesia, junto a otras organizaciones de carácter humanitario, se plantó fuerte frente a la dictadura de Banzer y consiguió que ésta decretase una amnistía para varios compatriotas exiliados por aquel régimen. El mejor regalo de Navidad, para las familias de los amnistiados, fue el regreso del ser querido que por sus convicciones democráticas había sido desterrado.

El lunes se instalará, en Cochabamba, una suerte de soviet hecho a la medida del gran jefe. Los cada vez menos audibles aplausos y las sucesivas derrotas políticas y sociales que sufrió el régimen a lo largo del año que está a punto de concluir, precipitaron esta forzada convocatoria destinada a elevar la alicaída moral del régimen. Ensordecedoras ovaciones y zalameros panegíricos serán la banda sonora del cónclave masista a ser pagado con los impuestos de todos.

Su accionar divisionista, revanchista, persecutorio y soberbio, le ha pasado factura al régimen y no es “reconduciendo el ‘proceso de cambio’” que va a salir de su crisis, porque ésta está más en las almas de sus enajenados líderes –y más de un seguidor, habrá que agregar-.

En el clásico estilo del régimen, circulan varias “agendas” para esta especie de acto circense; pero en ninguna de ellas figura algo tan esencial como lo descrito al comienzo, un gesto de grandeza: amnistía para los presos políticos y cese de la persecución a los opositores; que las familias se reúnan en Nochebuena con sus seres queridos actualmente en el exilio. Solo así tendría sentido toda la alharaca que propalan los “encumbrados”.

Pero contrariamente a tal actitud, lo que se anuncia es represalias contra los medios de comunicación no oficialistas, a la usanza de la represión contra los marchistas del TIPNIS, es decir acallando la libre expresión con la aplicación de la tristemente célebre cinta MASking. Entre otras estulticias, el ministro de Gobierno ha responsabilizado a los medios de la inseguridad ciudadana que campea en el Estado Plurinacional.

Si 2010 fue el año del rodillazo y el gasolinazo, 2011 bien podría ser calificado como “El año del MASkinazo”, a menos que una amnistía permita el reencuentro de la familia boliviana.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La afeitadora



Hoy me acordé de un episodio de mis años mozos.

La joven corteja me anuncia que su madre iba a viajar y permanecer fuera durante dos semanas. Ni cortos ni perezosos, y con la complicidad de la "Juanita", su empleada doméstica, decidimos que un servidor se trasladaría a "cubrir" tan sentida ausencia, para lo que me llevé la ropa y los utensilios de higiene personalísimos, entre ellos mi afeitadora eléctrica similar a la de la foto.

El plan marchó casi a la perfección... hacíamos el amor a toda hora, comíamos sin remordimientos, veíamos películas, nos reíamos, y agradecíamos el viajecito de la señora de la casa.

Dicen que no hay crimen perfecto; tendría que agregar que parece que tampoco hay amor clandestino perfecto. Incluso si la madre de la señorita hubiera sospechado, con esa intuición que tienen las madres para estos asuntos, que su hijita y el suscrito habñian convertido la casa en un nidito de amor transitorio, sin una prueba material del hecho no habría "crimen" concreto.

Y no es , como podría suponerse, que "Juanita" nos hubiera delatado a la llegada de la señora. No. Ella se portó leal hasta el final... no abrió la boca.

El desliz fue enteramente mío, pues día antes del arribo de la madre de la muchacha a casa, junté los que había llevado y, no sin antes follarnos apasionadamente, cogí las cosas y me largué con una sonrisa triunfante.

Cojudo de mí que, con el entusiasmo, dejé mi afeitadora EN LA MESITA DEL LIVING. Práctimente fue lo primero -en una casa donde no había hombres- que advirtió la mujer al ingresar y todo el cuidado que tuvimos para acometer el plan se fue por el tubo.

El bochorno, debo decir, fue para la novia.

Desde entonces, comencé a usar afeitadoras de hojita!!!!!

jueves, 24 de noviembre de 2011

Pacto de (imp)Unidad



Más de una vez he acudido a la figura de las prótesis para dar cuenta de cómo ciertas carencias pueden ser disimuladas, superadas inclusive, con la colocación de la prótesis adecuada a cada circunstancia.


Este régimen ha hecho de su uso una constante y lo ha hecho con tal naturalidad que él mismo se ha creído la especie.


Autoritario y revanchista como es en realidad, ha hecho de la democracia una prótesis de la que dispone a discreción en situaciones límite que comprometen su propia viabilidad. Si pudieran prescindir por completo de aquélla, tenga usted la seguridad de que Evo y su cohorte no dudarían en sacarse de encima la “incomodidad”. Pero, claro, hay que guardar las formas, y, para que no incomode demasiado hay que “colocar” tantos esbirros como sea posible en instituciones que recuerdan al sistema democrático, fundamentalmente la Electoral y la Constitucional. Decíamos que “hasta se la creen”; el problema es que una porción importante de la población, la que posee cierto nivel de conocimiento, ve las cosas con mayor claridad y sabe que dichos reclamos con apariencia democrática son absolutamente postizos en la práctica “estalinista-pachamámica”, como la denomina un conocido municipalista cuyo nombre prefiero guardar en reserva.


En su vacuidad (vanidad del poderoso), estos tíos –le pasó lo mismo, pero con signo inverso, a un gobierno no muy lejano- creen que lo del Tipnis ha sido una chamuchina que se desvanecerá con la aplicación de una prótesis política –el relanzamiento del llamado “Pacto de Unidad”-. No se dan cuenta de que la ola movida por la marcha ha superado a sus propios protagonistas y ha liberado la fuerza para la emergencia de una “generación Tipnis” cuya composición trasciende referentes etáreos, de clase y de región.


El régimen ya no está con la iniciativa y se muestra miserablemente reactivo; habla de “salvar el proceso” y recurre a probadas prótesis de orden ideológico y simbólico –Remeber “Estado Mayor del Pueblo”, “Pacto de Unidad”, “Conalcalm” (no es nombre de un painkiller, aunque bien podría cumplir esa función)-. Mecanismos, todos ellos, de conservación de privilegios y, hoy por hoy, de chantaje e impunidad.


Se viene el Pacto de (imp)Unidad.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Martes 22



HOY HAN COINCIDIDO MI DÍA (MARTES) Y MI NÚMERO (22). SALUD!!!!!!!!!!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Campaña Bennetton contra el odio



La nueva campaña de Bennetton no es sino la continuación de una línea de marketing que cultiva desde hace tres décadas.
En breve, se puede decir que la fórmula es la de promover valores deseables para la convivencia humana graficados con hipérboles que llaman la atención; y la publicidad tiene, en principio, la tarea de concitar la atención del consumidor. Por supuesto que la misión de la publicidad no concluye ahí: debe traducirse en ventas del producto anunciado. Y si Bennetton sigue esta estética en su comunicación publicitaria debe tratarse de un buen disparador de ventas.




Las decisiones para emitir un cierto mensaje con unos ciertos contenidos no son la ocurrencia intempestiva de un entusiasta de la marca; son producto de un pormenorizado estudio sobre sus posibles efectos y, con seguridad, el hecho de que estemos polemizando por esto “estaba escrito” en el plan.
Ahora bien, la diferencia con anteriores campañas es que en aquellas se empleó a modelos (profesionales o “descubiertos”) que llevaron la imagen del producto.




En este caso se trata de figuras públicas que, en teoría, tienen que dar su consentimiento para la utilización de su imagen (y, previamente, conocer el tipo de montaje del que van a ser objeto). Si el Vaticano y La Meca recibieron lo suyo, no debería haber mayor problema; pero si no se cumple el requisito, la marca está en problemas legales.
Algo parecido ocurrió en 1978 cuando en la cubierta de un disco de los Rolling Stones -Some Girls- aparecían los de personalidades cuyos rostros aparecieron inconsultamente. Varias de ellas solicitaron que se retirara su imagen, y así se lo hizo.

jueves, 10 de noviembre de 2011

"Crapitalismo"




El término que da título a esta columna proviene de la combinación de dos palabra y dos lenguas –“Crap” (Inglés) y “capitalismo” (Castellano)-. La primera se refiere, para el caso, a la caca; con lo que este juego de palabras vendría a significar, en términos políticamente correctos, algo así como “capitalismo de porquería”. O sea, la cara asquerosa del sistema de libertades económicas.

El mercado contaminado, la confianza en entredicho y el cuco de una crisis global son algunos de los aspectos sensibles de un cuadro de situación generado a partir del accionar –y la acumulación de accionares- de inescrupulosos agentes económicos ávidos de “easy money” por la vía de operaciones financieras carentes de respaldo real, en lo concreto, y de ética empresarial, en lo axiológico.
Quienes se indignan ante las medidas de rescate adoptadas por los gobiernos de Europa y EEUU hacia sus respectivos sistemas financieros durante la crisis precedente –de la deuda privada- a la actual, tienen parcialmente la razón. ¿Por qué tiene que ser el Estado el que pague el pato de las tropelías de privados?, es la pregunta recurrente.

Sucede que, por muy liberalizada que estuviera la economía, el Estado tiene que ser el garante de la confianza pública y, por tanto, supervisar las operaciones financieras. En tal sentido, es corresponsable, por omisión o por complicidad, de las matufias financieras, ya porque no las detectó oportunamente, ya porque sabiéndolo las dejó fluir. Por eso es, en última instancia, el que asume, en nombre de la Fe del Estado, las reparaciones. Lo reprochable es que los Estados fueron al rescate de los bancos tóxicos y no de los ciudadanos.

Poco tiempo después, la factura le ha llegado a los estados y ahora se trata de una crisis de la deuda pública. Hablamos, obviamente, de las áreas involucradas en el entuerto… por lo pronto, las economía emergentes están a buen recaudo, pero en un mundo comercialmente interdependiente no queda mucho margen para juegos de cintura “a la garrincha”, por poner una figura brasileña.

Están también apareciendo los Fukuyama a la inversa; pero los ciudadanos no llegarán al extremo de sacrificar su libertad en aras de “la revolución”. Pero queda algo claro: La libertad sin ética no es libertad.

lunes, 7 de noviembre de 2011

1965 0riginal



Estoy prácticamente listo para, a partir de la segunda semana de 2012, celebrar, en 50 programas, hasta la penúltima del año, el quincuagésimo aniversario de los Rolling Stones.

He abierto el blog www.cincuenstones.blogspot.com (todavía no he posteado) para hacerlo; el programa de radio será en 103.3 fm ( www.radiodeseo.com ) los martes, de 21:00 a 23:00 con reprís los sábados. La revista conmemorativa sale a finales de noviembre. Larga vida a los Stones.

En la foto sostengo el single 45 rpm. original de "Satisfaction" (1965).

jueves, 3 de noviembre de 2011

La política en tiempos de Feisbuc



Fútbol y política, no necesariamente en este orden, son, como en la vida extrafeisbuquera local, loe temas que, de acuerdo a mi experiencia, mayores pasiones liberan. El fútbol es estacional y de lo que se trata es de cargar al del otro equipo y, recíprocamente, ser cargado por éste. La política, deporte nacional por antonomasia, y los políticos, en ausencia de una farándula de alfombra roja, son permanentes y de lo que se trata es… ¡vaya coincidencia!

Es que, a diferencia de un foro clásico en el que se discuten formalmente los asuntos públicos, la dinámica del feis se parece más a la de una noche de copas en la que los amigos reunidos comienzan a “arreglar el país” y, como nadie ha sistematizado el debate, la cosa no va mucho más allá. Pero, eventualmente, más de un gran proyecto político se ha gestado en noches de bohemia…

Si se quiere generar debate político en la red social –siempre de acuerdo con mi experiencia- el lenguaje a emplearse tiene que ser lírico, cuando no lúdico. El discurso ampuloso no tiene cabida en este espacio. Y, en una de esas… ¡voilá!, algo de sustancia se manifiesta.
Eso en cuanto a debate.

La otra especie se llama “ciberactivismo”, o sea, la intención deliberada de convocar, en el sentido más directo de la acción y la comunicación política y ciudadana. Los resultados son dispares; las causas, más o menos en abstracto, generan notoria adhesión… pero se esfuman tan rápido como se popularizan, puesto que hasta en esto los feisbuqueros buscan la novedad. Pero, igualmente, cuando la empatía con una causa es consistente, el llamado funciona de mil maravillas.

El éxito del voto nulo se debe, en cierta medida, a una sostenida y creativa campaña que consiguió algo poco frecuente: compromiso. Pero sin su respectivo correlato en el mundo real todo esto sería un reverendo saludo a la wiphala.

En el mismo periodo, el de las pasadas elecciones judiciales, un par de candidatos montaron sendas campañas feisbuqueras… ¡¡¡y les fue como la mona!!! Les hubiera ido mejor si en la foto de la papeleta se los veía con sobrero de chola, en un caso, y con lluchu, en otro.

No puedo dejar de mencionar que respecto al Tipnis, Feisbuc jugó un rol informativo articulador de la ciudadanía más vinculado a “lo político” que a la política.
Un hecho llamativo fue la casi “desaparición” de simpatizantes oficialistas ante la avalancha de posts en apoyo a los marchistas. Se rumoreó, incluso, aunque no ocurrió, que el gobierno había ordenado a Entel cortar el acceso a Feisbuc el día posterior al arribo de los Tipnis -¿se puede hacer tal cosa?-.

La información feisbuquera sobre el desarrollo de la marcha y su llegada a La Paz fue agradecida especialmente por nuestros compatriotas que por un motivo u otro radican en el exterior. Y, en lo personal, me otorgó una sensación de ubicuidad al estar físicamente presente en varias de las manifestaciones y, simultáneamente en la red, a través de mensajes de texto y fotos cargados en tiempo real.
Y ahora me disculpas, tengo que ir a feisbuquear  <3 XD

jueves, 27 de octubre de 2011

Validos y balidos




No, señor(a) lector(a); no me he comido acentos ni confundido labialidades con dentilabiedades. Podría haber puesto “válidos y válidos” (los reales y los inventados) como quien dice “derrotas y derrotas” (las dignas y las gubernamentales), pero no, de verdad que quiero hablar sobre validos y balidos.

Valido es aquel individuo que, según un diccionario convencional, “goza de la amistad y confianza de un monarca, por lo que éste le da acceso al ejercicio del poder”. Balido es la voz –Beehh, beehh- de los que popularmente llamamos “auquénidos” (los reales, como las ovejas y los “metamorfoseados” -prestándome, con cierto disgusto, el calificativo compuesto con el que un almirante chileno nos tuvo a maltraer a los bolivianos- como los evojas, o sea, los serviles al monarca).

Hubo un tiempo, de 1991 a 2006, en el que el sistema electoral boliviano fue un ejemplo de transparencia, independencia, imparcialidad y autonomía. Su entidad administrativa había alcanzado un alto grado de institucionalidad y la ciudadanía se lo retribuía con un mayor grado aún de confianza.

Cuando el monarca ganó las elecciones de 2005 por aplastante mayoría, a nadie se le ocurrió cuestionar la labor de la Corte Electoral de entonces -¡Salvo al propio ganador! quien, en primera instancia se mostró sorprendido por la abultada votación a su favor y luego, contradictoriamente, sugirió que el organismo electoral le había privado de un triunfo aún más holgado. Claro, ya estaba anunciando su pronta desinstitucionalización-

El zarpazo no tardó en llegar y los validos comenzaron a poblar las oficinas electorales y éstas pasaron a convertirse en simples sucursales del poder Ejecutivo. Con el desparpajo de quien se sabe dueño del sistema electoral, el monarca daba las instrucciones públicamente (“sesenta por ciento”, “dos tercios”, “80 por ciento”) y, puntos más, puntos menos, balidos mediante, los números aparecen como si del lanzamiento de dados cargados se tratase.

Hasta antes de la elección judicial, esta operación la realizaban con cierta elegancia; hoy el truco ya huele a un “Peredazo” en versión light… ha sido tan burdo el arreglo en mesa, aprovechando de la ausencia de control en tal instancia que, así se diga que nadie anuló su voto, nadie nos quita lo bailado el 16 de octubre.

martes, 25 de octubre de 2011

1991




1991:Con Huáscar Cajías comenzó una institucionalidad electoral que hizo de la imparcialidad, la autonomía, la transparencia y la neutralidad su credo, retribuido con la confianza ciudadana. Se extendió hasta la presidencia de Salvador Romero Ballivián. Desde 2006 volvieron las bandas.

lunes, 24 de octubre de 2011

1990




En 1990, Jaime Paz Zamora promulgó leyes y decretos Tipnis, adhesión a convenio 169 y derechos de los pueblos indígenas. No hubo violencia ni gran burocracia. El que lo acompaña es Ernesto Noe, máximo dirigente de la CIDOB de entoces...

jueves, 20 de octubre de 2011

"Tipnis sí; coca no"



El título de este post resume, porque fue el estribillo más recurrente durante la llegada de la marcha en defensa del Tipnis, el contenido profundo del mensaje que trajeron los marchistas a la sede del gobierno y que resonó en todo el país, a cada paso de su larga travesía.

Mezclada con varias otras, algunas subidas de tono, esta frase se impuso por su contundencia y significado durante la recepción que La Paz brindó a los compatriotas de las tierras bajas.

Fortalecidos por tan apoteósico recibimiento, los marchistas, una vez concentrados en la plaza mayor de San Francisco, tradujeron en términos concretos este apoyo y adoptaron algunas resoluciones.

• No abandonar la ciudad de La Paz en tanto no se consiga el objetivo de que el gobierno rescinda contrato con la empresa OAS y determine la suspensión definitiva de la construcción del tramo 2 de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el medio del Tipnis.

• Estudiar la posibilidad de abrir un Juicio de Responsabilidades contra el Presidente y su gabinete por la represión policial ejercida contra los marchistas el 25 de septiembre.

• Ruptura de la bancada indígena con el MAS en la Asamblea Legislativa, lo que haría peligrar los dos tercios que el partido de gobierno usa para imponer sus normas.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Cómo anulé mi voto?



Llegué a eso de las 9:15 al recinto “Amor de Dios”, fui hacia la misma mesa en la que voté la última vez y no correspondía al mismo número –la habían reubicado en la planta superior-. Tuve que buscar un par de minutos hasta que dí con ella.

Al llegar, saludé a los jurados y les pregunté dónde quedaba el recinto cerrado para la emisión del voto; me dijeron que no había tal y, en cambio, me señalaron una mesita a la vista de todos… le pregunté si se trataba de una broma y me dijeron que no. Como los noté molestos les dije que no era su culpa sino del circo que la banda de Ovando había montado. En fin… a votar.

Con la megapapeleta en mano, me dirigí a la mesita –todos me veían y yo veía a todos- y, para colmo, una vez extendido el hiperfolio, éste no cabía entero en la mesita… más o menos entraba la cuarta parte; así es que lo puse en el suelo y procedí:

1) A rayar con marcador abarcando toda la extensión de las casillas en sus cinco columnas.

2) A pegar un recorte de prensa que reza: “Cultivos de coca cercan el TIPNIS”.

3) A colar el símbolo Anular! que me acompañó todo este tiempo.

4) A escribir “Este es el voto de Puka Reyesvilla” en la parte superior.

5) A tomar la foto que acompaña esta historia.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿Cómo "votar" 100 millones?



Hago esta poco inocente pregunta con la certeza de que, para el régimen, los 100 millones de Bolivianos gastados en nombre de las “elecciones” para autoridades judiciales van a ser el mejor de los negocios: tendrá a su merced a magistrados de 130 votos para lo que le dé la gana.

Pero, desde la perspectiva racional, el monto señalado es un escandaloso ejemplo de cómo botar por el caño recursos que merecerían un mejor destino.

Se suponía – así lo propagandizó el apéndice electoral del gobierno llamado “órgano electoral”- que con ese dineral la ciudadanía llegaría a conocer los “méritos” de los masistas en carrera por ponerse al servicio del poder desde los estrados judiciales y el tribunal constitucional.

Ha llegado el día y nada de nada: ni méritos, ni rostros, ni voces, ni ideas, ni siquiera un poco de rubor; las elecciones de Cotel son un lujo al lado de las “históricas” elecciones del engaño.

Pero, ¿tendríamos que hacernos los sorprendidos ante algo así?

La línea de torcer la voluntad del pueblo viene desde que, desbaratando la institucionalidad de una Corte Electoral que, desde 1991, había llegado a ser un símbolo de imparcialidad, neutralidad, autonomía e independencia; atributos que, apenas se hizo de su presidencia el masista Exeni, se esfumaron como por arte de birlibirloque. Como nunca antes había sucedido, los veedores internacionales de organismos multilaterales hacen, recurrentemente, serias observaciones y emiten recomendaciones que, lejos de atenderse, son desoídas sistemáticamente y, por el contrario, el órgano electoral parece esmerarse en idear nuevas formas de burlarse del ciudadano.

Sistemáticamente se ha ido corrompiendo el sistema por el cual se garantizaba la transparencia de los procesos eleccionarios. Hoy tenemos una sucursal del Ejecutivo a cargo de tan delicado aspecto parta la calidad democrática –para no mencionar a su presidente, un señor que no puede artícular dos conceptos consistentemente-.
Lo que se vislumbra es una elección plagada de irregularidades e ilegalidades, unos organismos observadores recomendando mayor transparencia, un régimen más autoritario y una ciudadanía más indignada. No es poca cosa.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Iconografía del "nulo"











Si hay algo realmente novedoso de cara a la “elección” de autoridades judiciales es la aparición, por primera vez en el historial nuestras prácticas de voto, de un rechazo masivo al procedimiento de selección de candidatos, que se verá expresado en la también multitudinaria emisión de votos nulos.

En efecto, anular no ha sido una acción importante en pasados procesos electorales. Su rango de emisión no ha superado el 2% de los votos, siendo el “blanco” y la abstención más numerosos, pero, en general, la población siempre ha optado por marcar por alguna opción en carrera.

Las circunstancias, la manera en la que el oficialismo ha obrado, la dependencia del órgano electoral respecto del poder ejecutivo y otros factores, causaron la indignación de muchísimos ciudadanos que, desafiando las amenazas vertidas por los voceros oficialistas, comenzaron a promover el voto nulo.

Innegablemente, la opción por el voto nulo, ha adquirido carta de ciudadanía y se apresta, en sus diferentes versiones, a dar una lección en materia de interpretación política de su mensaje.

En la medida en que las coyunturas fueron incorporando elementos para su sustento, el llamado al voto nulo fue adquiriendo diversos matices, según quien lo convoque o quien tuviera una iniciativa personal que deseara mostrar. Las calles y las redes sociales han sido escenarios privilegiados para la difusión de esta opción de rechazo al engaño que pretende legitimar el oficialismo.

La idea ha servido también para poner en acción la creatividad de varias personas que manifestaron su adhesión al voto nulo de manera gráfica con imágenes tan sugerente como las que vemos aquí.




lunes, 10 de octubre de 2011

Democracia: parco aniversario



Sin grandes expresiones de júbilo ni largos espacios de prensa, Bolivia recuerda hoy 29 años desde que, luego de una transición con golpes militares en medio, la democracia se instaló para que la ciudadanía gozara de plenas libertades en su diario vivir; sin temer ser detenida, desaparecida, exiliada o, finalmente asesinada por sus ideas.

Que este aniversario esté pasando prácticamente inadvertido, coincide con la sensación de una parte de la ciudadanía de que, hoy, envuelta en formas democráticas, la libertad no está pasando su mejor momento. La población ha vuelto a sentir que puede ser objeto de represalias por expresar abiertamente ideas contrarias a las que pregona el régimen. El último ejemplo de ello ha sido la feroz arremetida de las fuerzas represivas contra una marcha absolutamente pacífica que exige el respeto a las leyes.

El 10 de octubre de 1982, Hernán Siles Zuazo y Jaime Paz Zamora eran posesionados como Presidente y Vicepresidente constitucionales respectivamente, iniciando un duro aunque esperanzador proceso de reformas que permitieran desembarazarse de una larga época de dictaduras militares y su lamentable herencia.

Desde entonces, con luces y sombras, Bolivia se enrumbó hacia una institucionalidad que, como en el caso de la Corte Nacional Electoral, garantizaba imparcialidad, autonomía e independencia del poder político, ganando una credibilidad que se reflejaba en la confianza que los ciudadanos le dispensaban cuando los resultados electorales eran oficializados. Nadie los ponía en cuestión. En esas condiciones, el candidato Evo Morales ganó las elecciones de 2005.

Pero apenas asumió este régimen, comenzó a intrumentalizar a la entidad electoral hasta llegar a este punto cercano a unos comicios para autoridades judiciales en cuyo desarrollo, se han dado los más inverosímiles actos de dependencia del órgano electoral respecto del poder político.

A casi 30 años de haber reconquistado la democracia, ésta está seriamente asediada desde las propias instancias estatales.

jueves, 6 de octubre de 2011

Contrastes en marcha




“Todos los anteriores presidentes (de 1990 para adelante) nos recibieron; ¡por qué este nos ataca!” era el angustiado reclamo de una de las marchistas que, camino a La Paz, no daba crédito al modo en que el gobierno de Evo Morales los estaba reprimiendo.

Como ella, el resto de sus compañeros caminantes y gran parte de la población, se preguntan ¿Por qué un presidente que se dice indígena es justamente quien procede de tan cruel manera?

La marchista tiene razón, sobre todo si nos remontamos a 1990 cuando se realizó la primera marcha indígena, “Por el terrirorio y la dignidad”, que partió de Trinidad y que, luego de cuarenta días, a su arribo a la sede del Gobierno, fue recibida por el entonces presidente Jaime Paz Zamora y la ciudadanía en general. Inmediatamente se emitió y promulgó una serie de leyes y decretos que consolidaban el TIPNIS. Como se puede apreciar en la foto, la Policía no reprimió a los marchistas; contrariamente, los acompañó y protegió.


En una reciente carta abierta, el Vicealmirante Ismael Schabib afirma, no sin ironía, que ‎"Hace 20 años gobernaba Bolivia un “despreciable presidente neoliberal”, el Licenciado Jaime Paz Zamora, a nombre de una coalición compuesta por “detestables e insensibles” partidos tradicionales (ADN-MIR), que los fue a recibir a la entrada de la ciudad de La Paz, y el “parlamento corrupto”, compuesto también por otros despreciables “globalizadores y neoliberales” de otro “odioso” partido tradicional, el MNR, los recibió en el parlamento en una sesión especial, y sus demandas fueron atendidas".

Partieron, vinieron y vencieron, podría decirse parafraseando la célebre expresión de Julio César. 21 años después, un gobierno “popular indígena” pretende aplastarlos con fines inconfesables.

miércoles, 5 de octubre de 2011

El conflicto por el TIPNIS visto desde afuera

Una de las aristas sobresalientes de las acciones desaprensivas del Gobierno frente a la marcha de los indígenas de tierras bajas que reclaman el respeto a sus derechos en el TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), ha sido la gran cantidad de tinta que ha generado a escala local. Pero el hecho ha repercutido internacionalmente, y lo ha hecho en términos muy poco amables para con el llamado “proceso de cambio” liderado por el presidente Evo Morales. A continuación, ofrecemos una breve selección de opiniones publicadas en diarios del exterior:
El País de España publicó una columna firmada por Fernando Gualdoni con el título “El fin del idilio” en la que su autor sostiene que “Morales volverá en el futuro a chocar con otro problema similar porque el propio modelo de desarrollo del presidente ya no es de izquierdas ni indigenista”.
Por su parte, en el periódico argentino Clarín, bajo el título de “Bolivia: una revolución devorada por sus inercias”, el columnista Marcelo Cantelmi dice: “La represión de las protestas campesinas coloca a Evo Morales en un lugar incómodo, disputando con el pasado autoritario su menosprecio por las formas republicanas”.

Asimismo, en La Jornada de México, Guillermo Almeyra alude a la “errónea visión de todos los gobiernos “progresistas”, según la cual el desarrollo consistiría en lograr un incremento en los recursos financieros del país sin preocuparse por consideraciones sociales o ecológicas. El respeto a la capacidad de comprensión de los ciudadanos, de la Constitución y los derechos indígenas debe remplazar la soberbia y la prepotencia de quienes quieren imponerel progreso”.

Lo propio ocurrió en el diario El Espectador de Colombia, que en una nota firmada por Jorge Mercado Tellería –“Indígena vs. indígena”- se lee: “es difícil entender el por qué del choque con el actual gobierno, que dice responder y pertenecer al mundo indígena, pero que ha sido el primero en más de 20 años que ha reprimido violentamente una de sus marchas”.
En tono parecido se manifiestan varios otros medios del exterior. Mientras tanto, La Paz espera con los brazos abiertos a los marchistas.

sábado, 1 de octubre de 2011

Anular bien



El 16 de octubre de 2011, las bolivianas y bolivianos
rechazaremos las pretensiones del gobierno por cooptar el
poder Judicial anulando nuestro voto.

La manipulación está planificada en cada instancia y por lo tanto las y los
ciudadanos nos organizamos para informar las maneras efectivas de anular nuestro
voto y preservar la democracia.


¿Cómo anular el voto?

Compartimos tres formas de manifestar una posición de rechazo
en la papeleta de sufragio. Son algunas sugerencias ilustrativas,
recuerde que es una oportunidad para manifestarse de forma
creativa en contra de la prepotencia, los afanes autoritarios y la
represión ya demostrada por el gobierno del MAS.

Opción 1: Marque notoriamente cada una de las cinco
columnas de la papeleta del engaño.
Recuerde, no deje
ningún espacio en blanco.


Recuerde que en cualquier caso debe pasar el marcador o
bolígrafo por las cinco columnas de la papeleta.






Opción 2. Como estamos obligados a votar, utilicemos a la
papeleta para enviar un mensaje al país y al mundo. Una de las
propuestas es escribir TIPNIS en la papeleta en rechazo a la
represión, la mentira y la corrupción.


Recuerde una vez más que su mensaje o consigna debe cubrir
las cinco columnas de la papeleta
, no se olvide de la cuarta y
quinta (extremo derecho).




Opción 3. Una tercera opción: al menos tres rayas
transversales, de derecha a izquierda, que anulen las cinco
columnas con bolígrafo, marcador o incluso aerosol si su bronca
es tal!




Imprima esta hoja y pásela a familiares, amigos y colegas,
cuélguela en paneles de mercados, escuelas, universidades y/o
cualquier espacio público. También envíela por correo
electrónico o redes sociales
. No demos paso a la mentira y al
autoritarismo.

¡Viva Bolivia!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Larga Transición



Venimos insistiendo –contrariamente a lo que los titulares del poder y sus apologistas sostienen- en que el tiempo que vivimos no es el del inicio de una nueva era política sino el último estertor de la añeja. El espíritu fundacional, mejor conocido como “complejo de Adán”, no es más que un prurito que les da a ciertos megalómanos aupados por masas o montados en las armas.

¿Acaso García Meza no denominaba a su régimen como “democracia inédita” o de “reconstrucción nacional” asegurando permanecer en el poder durante 20 años? Duró algo más de uno que, en su caso, se trataba del último coletazo de la era de las dictaduras militares, en un tiempo de transición hacia la democracia.


En el caso que nos atinge, el del actual desarrollo de las cosas, podría hablarse de una transición de la república a la república (“nueva”, “segunda”, “tercera” o la que fuera para quienes gustan de los adjetivos). Nos encontramos en el interregno propagandizado como “Estado plurinacional” salpicado por una buena dosis de pintoresquismo y los consabidos reclamos a la eternidad de su caudillo.


Ha ocurrido que en una violenta aceleración del ritmo sociopolítico –llámese “revolución”- se ha verificado algún avance que de todas maneras la democracia iba a dar aunque a velocidad de reforma, que es su tempo histórico, pero que por su propia dinámica terminó desordenando a la propia sociedad y derivó en un acoso asfixiante del Estado hacia ésta.


Quien observe desapasionadamente el pesado pero eficaz avance de las reformas de carácter social durante el último período democrático, convendrá en que inevitable –e institucionalmente- el país se encaminaba a una inclusión cada vez más plena de los ciudadanos en la dinámica pública.

Las imposturas emergentes de efluvios refundacionales acaban como lo estamos viendo, en tiempo real, estos días. Como castillos de arena se están cayendo todos los imaginarios teorizados por los directores del régimen y difundidos por sus epígonos.


Se percibe la proximidad de un tiempo de encuentro de la bolivianidad, después de que en nombre del “cambio” se la hizo añicos. Se comienza a respirar libertad, se está perdiendo el miedo…. señales de cambio.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Imágenes de una jornada Típnica


Hoy no atendemos



Ministerio de MASacres, ex ministerio de Justicia, sacándosé de encima la sangre


"Evo: No se pega wawas" (pintada en la Vicepresidencia)


Tipnis somos todos


El Tipnis no espera: todos a San Francisco


Mineros


La Paz con el Tipnis


Interminable...


Cerca de la Cancillería


Caras conocidas

martes, 27 de septiembre de 2011

Nosabe/No responde



Cobarde, siniestro y repugnante terminó por mostrarse el sujeto de la foto. Astutamente, utilizó la plataforma de los derechos humanos para “marketear” su imagen y escalar en la política. Una vez situado en la nomenklatura del régimen narcodictatorial, le hizo ascos a aquella y reveló su verdadera personalidad, hedonista en extremo.

De su etapa de “selfmarketing”, recuerdo que las veces que yo pasaba por la avenida “6 de agosto”, lo veía en las afueras de la oficina de la APDHB estrechando la mano de cuanto transeúnte le respondía el gesto –muchos seguramente sin saber quién era el personaje que se la brindaba- (linda pega, me decía a mí mismo: parase en la calle y saludar a los parroquianos de paso). Si al pasar por ahí no lo veía en la repetida escena, seguro lo vería durante la noche en algún canal de televisión metido en alguna reyerta a las que él acudía presuroso atraído por las cámaras.

Su etapa, terminal, de ministro puede resumirse en tres hitos chapuceros:

a) Caranavi. Lo que bien pudo haber sido explicado como una intervención en resguardo del bien común (el libre tránsito de los ciudadanos) derivó en un cuento de piratas tan truculento que merecía, ya entonces, una destitución o su propia renuncia al cargo.

b) Sanabria. En sus narices –término exacto-, su Jefe de Inteligencia armó una estructura narcotraficante al interior del Estado. Otra vez, el bellaco este, se hizo el desentendido. ¿Fue destituido? No. ¿Renunció? Tampoco.

c) Tipnis. Está tan fresco el hecho que no necesito entrar en detalles. Esta vez la embarró acusando a gil y mil, pinchando teléfonos, twitteando boludeces y, por último, cometiendo una represión inenarrable de la que dice que no tiene ni idea. Una vez más, “No sabe, no responde”. ¿Destitución? Nones. ¿Renuncia? Pior….

A los adjetivos de inicio hay que añadir “caradura”.