viernes, 23 de diciembre de 2011
Sucre y después
2011 acaba siendo nomás “el año del maskinazo”. Lejos de asumir una actitud democrática que se traduzca en una amnistía para los presos políticos y los exiliados y en el cese de la persecución a los opositores, el régimen ha acentuado su talante despótico ejecutando más golpes a la institucionalidad.
Pareciera que en una reacción directamente proporcional a las derrotas sufridas por el oficialismo –conflicto del TIPNIS, “elección” de autoridades judiciales y elecciones municipales en Sucre y Quillacollo- éste se hubiera dado a la tarea cortar las cabezas más emblemáticas que aun estuvieran en pie: la guillotina judicial del Gobierno ya cayó sobre Ernesto Suárez, legítimo gobernador -y legalmente elegido- del Beni; ahora va por Rubén Costas, para asaltar la gobernación de Santa Cruz y, con ello, hacerse de todas. Voraz apetito de poder que no respeta formas, y menos contempla los derechos humanos.
Pero, ¿cuál es el efecto concreto de las suplantaciones ejercitadas por el régimen? Lo sucedido en Sucre y en Quillacollo demuestra que todo el tiempo que duró el asalto a las alcaldías de estos municipios era de ficción política; con los resultados electorales llegó un sinceramiento de la realidad: el elector optó por colocarse al centro, merced a propuestas de unidad que llegaron a coincidir con el sentir del ciudadano.
En el terreno de las conjeturas, uno se pregunta si el acompañamiento en forma de campaña que hizo Evo Morales a sus candidatos en ambos municipios –Pazña no mereció tantas atenciones presidenciales y el MAS ganó en este pequeño municipio- los favoreció o, por el contrario, los perjudicó. Me inclino por lo segundo; la imagen de Su Excelencia ha perdido todo el capital simbólico que encarnaba hasta hace un par de años. Futuros candidatos de MAS, asegúrense de tener a raya al jefazo en futuras campañas.
Sucre, fundamentalmente, marca una ruta, la de la unidad, que de ser proyectada hacia las próximas elecciones generales es carta segura de triunfo; pero sin la voluntad de los actores políticos democráticos, esto no pasa de ser un “wishful thinking”.
Y mientras acabo estas letras, en Sucre mi amado Tigre se ha coronado campeón de Bolivia. Ése es el camino!!!!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario