jueves, 26 de septiembre de 2013

Servicio servil, ¿obligatorio?


Durante la dictadura de Hugo Banzer se emitió un decreto-ley (como se llamaban estos espurios instrumentos en ausencia de poder legislativo) llamado de “Servicio Civil” que no era otra cosa que un mecanismo para cubrir con un manto de “legalidad” el colaboracionismo de políticos, militantes e “independientes”, que eran “obligados” a asumir puestos de responsabilidad en el Gobierno.

Bajo esta modalidad, a varios civiles “no les quedó otra” que aceptar –haciendo gala de tanto sacrifico por la patria- la conducción de ministerios, subsecretarías, direcciones y gerencias del aparato estatal. Una negativa sería, sin duda, una grosera transgresión al orden.

Afortunadamente, ese tiempo es pasado y vivimos, por lo menos formalmente aunque día que pasa se está pareciendo a aquel, un tiempo de democracia y, que se sepa, no es necesaria una norma como la mencionada: ahora, el asunto es menos sofisticado; la cooptación, cotidiana, y al parecer los conversos no oponen gran resistencia… hasta parecen voluntarios. Así pues, “independientes”, intelectuales y activistas retribuyen con su silencio la comodidad del despacho oficial.

¿Cómo es que vengo a enterarme del asunto? No crea usted que quiero cargar tintas contra nuestro agente y embajador Rodríguez Veltzé -creo que el suyo es un caso especial, aunque déjeme susurrarle que fue la segunda opción del régimen, dado que la primera personalidad a la que el régimen tentó con el primer cargo (el segundo viene por añadidura) lo desairó declinado diplomáticamente la gentil invitación-. Constatación: no es obligatorio, pero no sé si ésto es un descargo o un agravante para quien cae ante los encantos del poder.

Es que no hace mucho me preguntaba a qué se debía el silencio de algunos conocidos –amigos casi- que a través de sus publicaciones en papel o en las redes, lo menos que escribían sobre el régimen era que éste era autoritario. Por pura casualidad supe que, discretamente, están al servicio del mismo.

Y ahora mi pregunta es otra ¿un régimen deja de ser autoritario, antidemocrático, dictatorial, persecutorio, corrupto, extorsionador o fraudulento, en la cabeza y la pluma del intelectual,  una vez que éste pasa a formar parte del él?

jueves, 12 de septiembre de 2013

La extorsión como forma de Gobierno

Tenga usted por seguro que en la caracterización que hago sobre cada año, a la conclusión de éstos, la del año en curso lo considerará como el de la extorsión. Comenzó así y está terminando así.

Y no es que las prácticas extorsivas hubieran aparecido recién hace 365 días cuando, a raíz del caso Ostreicher cayó una parte, la más visible, de la red de extorsión gubernamental que el régimen montó para lucrar a través de una suerte de industria del terrorismo de Estado. No.

Aquellas simplemente fueron puestas en evidencia, entre otras cosas por la insistencia del Embajador para las Causas Justas del Estado Plurinacional, don Sean Penn. Su data se remonta prácticamente a los albores de la llegada al poder de Morales & Cia.

En enero, cuando la estantería del régimen se había venido abajo y había que hacer algo para recomponerla, se les ocurrió a sus “spin doctors” largar, para desviar la atención de la opinión pública que estaba totalmente indignada con las revelaciones sobre la red de extorsión gubernamental, guarismos “preliminares” del censo de 2012. Este es el origen del entuerto sobre los datos censales que hasta hoy –cuando se acerca el año de la realización del censo (21 de noviembre)-  pone contra las cuerdas al régimen, cuya credibilidad está por suelos.

Cuando la primera oleada extorsiva parecía “bajo control”, surge la detención del Jefe de la Unidad Anticorrupción, Fabrico Ormachea, aprehendido con las “manos en la masa”… y la respuesta gubernamental recurre a la misma mecánica: desconocer al funcionario, insinuar que es más o menos un loquito que hace fechorías por cuenta propia, llamarlo “desertor”; eludir, en resumidas cuentas, cualquier vínculo con el “torísimo solitario”.

¿Dónde están sus mandantes? ¿dónde sus padrinos?. Lo sugestivo del asunto es que ahora son dos los altos cargos del régimen que están a merced de la justicia estadounidense; ambos por delito infraganti.

Extorsión en el caso “Las Américas”, extorsión en el caso “Ostreicher”, extorsión en el caso “Aerosur”… el régimen masista tiene el dudoso honor de haber hecho de la extorsión una forma de gobierno. Delicuentes de cuello azul (blue collar criminals).