Tenga usted por seguro que en la caracterización que hago sobre cada año, a la conclusión de
éstos, la del año en curso lo considerará como el de la extorsión. Comenzó así
y está terminando así.
Y no es que las prácticas extorsivas hubieran aparecido
recién hace 365 días cuando, a raíz del caso Ostreicher cayó una parte, la más
visible, de la red de extorsión gubernamental que el régimen montó para lucrar
a través de una suerte de industria del terrorismo de Estado. No.
Aquellas simplemente fueron puestas en evidencia, entre
otras cosas por la insistencia del Embajador para las Causas Justas del Estado
Plurinacional, don Sean Penn. Su data se remonta prácticamente a los albores de
la llegada al poder de Morales & Cia.
En enero, cuando la estantería del régimen se había venido
abajo y había que hacer algo para recomponerla, se les ocurrió a sus “spin
doctors” largar, para desviar la atención de la opinión pública que estaba
totalmente indignada con las revelaciones sobre la red de extorsión
gubernamental, guarismos “preliminares” del censo de 2012. Este es el origen
del entuerto sobre los datos censales que hasta hoy –cuando se acerca el año de
la realización del censo (21 de noviembre)-
pone contra las cuerdas al régimen, cuya credibilidad está por suelos.
Cuando la primera oleada extorsiva parecía “bajo control”,
surge la detención del Jefe de la Unidad Anticorrupción, Fabrico Ormachea,
aprehendido con las “manos en la masa”… y la respuesta gubernamental recurre a
la misma mecánica: desconocer al funcionario, insinuar que es más o menos un
loquito que hace fechorías por cuenta propia, llamarlo “desertor”; eludir, en
resumidas cuentas, cualquier vínculo con el “torísimo solitario”.
¿Dónde están sus mandantes? ¿dónde sus padrinos?. Lo
sugestivo del asunto es que ahora son dos los altos cargos del régimen que
están a merced de la justicia estadounidense; ambos por delito infraganti.
Extorsión en el caso “Las Américas”, extorsión en el caso
“Ostreicher”, extorsión en el caso “Aerosur”… el régimen masista tiene el
dudoso honor de haber hecho de la extorsión una forma de gobierno. Delicuentes
de cuello azul (blue collar criminals).
1 comentario:
Puka querido. Te ruego incluirme entre las lecturas recomendadas de estas dos formas:
www.boliviainfo.com,
http://mauricio-aira.blogspot.com
un abrazo
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