jueves, 7 de mayo de 2009
LA PROFERETA (TERRORISMO FREAK)
Convengamos en que el terrorismo es una de las más –sino “la más”- execrables expresiones de la violencia política y en que sus promotores y ejecutores merecen que se les aplique la ley con todo rigor. Es una amenaza a la tranquilidad, tanto a la de los ciudadanos tomados individualmente, como a la de los Estados. Es un tema de Seguridad, como lo es el narcotráfico. Hay zonas de América en las que terrorismo y narcotráfico se han fusionado.
Convengamos también en que, instrumentalizado a conveniencia, el temor ante el terrorismo puede dar carta blanca a los gobernantes para desde restringir ciertas libertades ciudadanas –resignadamente aceptadas en su nombre- hasta para violar los DDHH y encima ganar elecciones (pienso en George W. Bush, que muy imperialista será pero sus métodos parecen gozar de amplia simpatía entre los operadores del régimen evista). John Kerry, inocente criatura.
El terrorismo, amigos, no es materia a ser abordada con frivolidad. Pero una cosa son los hechos materiales que pueden conducir a tal tipificación, y otra la opereta que se pretende poner en escena para sacar rédito político. Las “revelaciones” que se propalan día a día son lo más parecido a una profecía autocumplida que S.E. comenzó a anunciar desde el momento en que se ciñó la banda presidencial.
Uno de los aspectos más llamativos de esta profereta (mezcla de profecía y opereta) es el perfil freak (fric) de los miembros del grupo irregular, tres de los cuales fueron asesinados por efectivos policiales. Uso freak porque no hay un término exactamente equivalente en español: designa a una persona adulta que, conscientemente, no actúa como tal, que anda por la vida de manera irresponsable, despreocupada e informalmente. Tal vez la palabra “badulaque” sea la que más se le aproxima.
En efecto, esta pandilla de freakies se movía con tanta discreción como la de un suicida vestido de chapulín colorado en el puente de las Américas a las 11 de la mañana de un día ordinario. O sea que no tenía la menor intención de llamar la atención. Fotos por aquí, fotos por allá presumiendo de sus fierros, hoteles de primera, turismo de aventura, joda nocturna… ¡fanfarrones de campeonato!.
A propósito de fierros, me llama la atención el episodio narrado por uno de los testigos sobre la venta de un trasto inservible al cabecilla de la organización. Siendo Rozsa un experto en armas, ¿cómo pudo hacerse timar de tal forma?. Sugestivamente, el hombre, el verdadero “testigo clave”, fue eliminado.
El propio video que el gobierno está difundiendo profusamente confirma el carácter freak de los mercenarios: “Mierda, haberlo sabido antes…” dice uno de ellos –probablemente inducido por el soplón que los está filmando-. ¿Prueba esto un plan de magnicidio? ¡Háganme el favor! Lo único que prueba es que estos tíos eran unos reverendos desinformados. Todos, menos ellos, sabíamos del crucero lacustre presidencial. El guión oficialista hace aguas dulces. Un datito a los guionistas: se olvidaron dictarle el nombre de Gabriel René Moreno entre los financiadores de estos freakies al Fiscal. ¿Patrocinaría Costas a sus futuros asesinos? ¿Achá lo propio?
Sin restarle importancia a un eventual brote de trrorismo, el verdadero problema de Seguridad Nacional es el narcotráfico. Antes, una parte de la producción de coca se desviaba a la elaboración de cocaína; hoy una parte se desvía a la elaboración de mate. ¿Por qué el Presidente –tan diligente en lo del “terrorismo”- no convoca a un Pacto contra el narcotráfico?.
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1 comentario:
Muy buenos los comentarios y nada mas cerca de la verdad.
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