Convengamos en que el régimen hizo una magistral
demostración de astucia: apabulló el ambiente con propaganda sobre la llegada
del Papa –los propios medios la priorizaron- y remató nombrando como vocales electorales
a sus operadores políticos, haciendo uso de sus dos tercios congresales. Para
ser justo, hay que precisar que de los siete “elegidos”, hasta donde se conoce,
seis cuentan con patrocinadores oficialistas claramente identificados y como se
sabe, una golondrina no hace verano.
Lo cortés sería otorgar el beneficio de la duda a los
árbitros recién posesionados pero, en mi criterio, tal beneficio ya le fue dado
al poder legislativo, mismo que respondió de la manera ya conocida: imponiendo
el rodillo oficialista para asegurarse un órgano sumiso a sus designios,
desperdiciando una oportunidad de oro para darle a la ciudadanía un tribunal
digno de confianza. En tal sentido, este TSE ha nacido con defectos de origen
y, por tanto, con déficit de legitimidad.
Luego de que, con el puño en alto, el señor García
procedió a juramentar a sus camaradas, les advirtió, en nombre del parlamento,
con quitarles su mandato si no hacen bien su trabajo. Muchos lo han tomado
literalmente y han visto en ello una buena señal pero resulta que, conociendo
de lo que es capaz el régimen y, en particular el sujeto del que hablamos, el
mensaje entre líneas es éste: “o se ponen en línea, o correrán la misma suerte
que los tres ex tribunos constitucionales que se desviaron de la misma”.
Fueron por lo menos doce los errores –ANF hizo un
análisis de los mismos- los que cometió la Comisión Mixta de Constitución
encargada de la selección de los postulantes a vocales electorales; el
decimotercero, imputable a la mayoría oficialista, vendría a ser el que se
cometió al convalidar dicha selección y dar por cerrado el asunto con la
posesión de sus afortunados correligionarios. Dichos errores le van a costar
caro, no al régimen, sino a la democracia boliviana.
No es en los referéndums autonómicos donde se va a poner a
prueba la idoneidad de este órgano, sino en el que someterá a consideración del
soberano las reformas constitucionales, entre ellas la reelección indefinida
para presidente, que el régimen, con seguridad, intentará. Si dicha consulta se
realizará hoy, todas las encuestas lo dicen así, el “no” se impondría a tal
intención. ¡Vaya a saber uno lo que ocurrirá en adelante! más, si la intuición
no nos engaña, la tendencia será a aumentar el rechazo. ¡Vayamos imaginando los
que pasaría si el TSE diera por airosa la posición del régimen!.
Podría pasar por agorero, pero las primeras declaraciones
de la flamante presidenta del tribunal respecto a lo ocurrido en Chuquisaca las
pasadas elecciones para la Gobernación del departamento, no han sido las más
auspiciosas. Damián Condori, el candidato perjudicado por el TDE de Chuquisaca,
fue enfático al señalar que "La nueva presidenta del TSE, Katia Uriona, ha
ratificado el triunfo forzado del MAS (en Chuquisaca). Por lo tanto, no hay
independencia en el TSE (...) No habrá independencia, mientras los elijan los
asambleístas (...) No hay ninguna confianza. No va a cambiar nada". Mal
comienzo que no hace otra cosa que ratificar la sospecha de que lo que ha
acontecido en materia electoral ha sido un nuevo asalto al órgano que la
administra.
¿Hay alguna diferencia entre la Banda de los Siete ya
removida y la que se acaba de instalar en la plaza Abaroa? Sí, la hay… los
miembros de aquella eran torpes; los de ésta parecen ser más sutiles –y no sé
si esto es, necesariamente, mejor noticia-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario