lunes, 18 de febrero de 2013

Serrat, veinte años después



Hace exactamente veinte años, el cantautor catalán Joan Manuel Serrat visitaba por primera vez nuestro país y brindaba dos conciertos en La Paz.

Dos décadas después, no es aventurado decir que quizás quede como la única oportunidad en la que "El Nano" estuvo en Bolivia.

Se habló, a principios de 2012 de que a finales del años pasado estaría junto a Joaquín Sabina en Santa Cruz para presentar su proyecto "Orquesta del Titanic", pero no ocurrió tal cosa, con lo que quienes estuvimos involucrados de alguna manera en su llegada al país aquella vez podríamos decir que logramos un hecho irrepetible. El tiempo dirá...

La memoria mantiene, sin embargo, vívidos algunos momentos de los cuatro días que Serrat permaneció en la ciudad, durante los cuales, por designios del destino, me tocó acompañarlo "arriba y abajo".

Joan Manuel llegó al aeropuerto de El Alto en un lear jet contratado para él y su manager. El grupo arribó, media hora después, en un vuelo comercial. En la terminal aérea nos encontrábamos Sergio Calero, Julio Aliaga, Adrián Barrenechea y mi persona.

Calero le hizo una rápica entrevista para su programa "la Obertura del Siglo XX". Serrat tomaba un mate de coca. Yo le comunicaba la apretada agenda que le esperaba y Julio se ocupaba de los trámites aeroportuarios.

Cuando el grupo estuvo completo, comenzamos la bajada hacia el hotel "Presidente". Serrat sólo tuvo tiempo de dejar su equipaje y, luego de conocer su pieza, pedir que cambiaran sus cortinas por otras de color negro.

De inmediato, algo retrasados nos dirigimos a los estudios de "Telesistema Boliviano" (hoy UNITEL) donde fue entrevistado por el cura Pérez y contestó también preguntas de parte de varios periodistas que abarrotaron el lugar. No faltaron las preguntas sobre "la mujer boliviana" y "el mar".



Las horas transcurrían entre preparativos para el concierto y asuntos administrativos. El primer concierto -17 de febrero-, en el coliseo "La Salle" contó con la asistencia del presidente Jaime Paz Zamora; el encuentro de ambos fue más bien frío. Al día siguiente, la Embajada de España ofreció una recepción social para artistas locales: Luis Rico y Jenny Cárdenas estaban entre los que recuerdo; coincidentemente nacía la hija de Julio Aliaga, bautizada "Lucía" en referencia a la canción del español.

Por la noche, se realizó el "concierto popular" en el coliseo cerrado "Julio Borelli" ante seis mil asistentes. La acústica jugó una mala pasada en ambos escenarios, pero la emotividad se impuso a la física.



El 19, el grupo abordó un "Convair" con destino a Argentina, donde Serrat tenía varios compromisos.

Fue, en lo personal, una grata experiencia; aunque no perdemos la esperanza de una nueva visita de JMS al país.




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