domingo, 26 de junio de 2011

¡Con seguridad!


1975 fue el año del sesquicentenario de la República. Lamentablemente tocó celebrarlo durante un gobierno dictatorial; por lo demás, fueron doce meses de gran "fervor patriótico", mitad genuino y mitad inducido por el régimen que patrocinaba cuanto acto iba en esa dirección. Yo tenía 12 años... Los Kjarkas ya tocaban "Bolivia" ("...después de siglo y medio de humillación"), aunque la grabarían un año después.

Una institución cívica, "Mesa Redonda Panamericana", convocó a un concurso sobre Historia de Bolivia a ser emitido por canal 7, el único medio televisivo de entonces -aún en blanco y negro-. El tema ha sido una constante desde mi infancia, por lo que, en consulta con mis viejos, decidí acudir a la convocatoria. Más, para desazón mía, en el momento del registro se me informó que el asunto iba para mayores de 18 años, universitarios y profesionales. En un arranque de atrevimiento, desafié a los organizadores a que me hicieran cualquier pregunta sobre la historia de nuestro país, y comoqiera que las iba contestando con solvencia, resolvieron hacer una excepción y "darle una oportunidad a este chico".

Y, ya en el desarrollo del certamen, me fui batiendo con gente mucho mayor y escalando peldaños; sin entrar en detalles, diré que llegué a la semifinal, que fallé una respuesta de puro nervioso y en un instante de descontración, que, fuera de cámaras, me puse a llorar y que había ganado el premio "Coronel Ignacio Warnes", consistente en una medalla (que no conservo), 1 500 Pesos bolivianos y el diploma acá mostrado. Nada mal para "este chico".

17 años más tarde, 1992, uno de mis hermanos, Javier, lo hizo mejor. Se anotó en una de las versiones del "Gran Premio del Saber", un concurso de preguntas y respuestas sobre el tema elegido por cada concursante conducido por Eduardo Lafaye, se preparó con gran entrega, y, al conjuro del tradicional "¡Con seguridad!" pregonado por el conductor, fue avanzando hasta ganar el quiz show dando todas las respuestas correctas sobre la materia que había escogido: la biografía de Winston Churchill, y con ello se hizo dueño de un coche del año, "nuevecito, de paquete", como lo certifica el recorte de prensa puesto al comienzo de esta nota.

Me acordé de esto porque hace unos días, de pasada, me detuve un momento frente al televisor mientras se emitía el programa "Saber y ganar" de la televisión española... y me dio por contestar las preguntas (fallé sólo una). ¡Hay cosas que permanecen!

1 comentario:

Claudia dijo...

Eres como una adiccion... escucharte digo, pero ayer me dejo algo rara cuando hablaste de tu pemanencia en la radio o en el mundo (jajaja), fue algo muy extraño, y es que al menos para mi por ahora tu eres inmortal... jajaaj una exageracion? si puede ser, pero suele ser lo que me provoca gente que siento que realmente es importante e interesante para mi, aunque para ser sincera no se exactamente que es... podria ser admiracion o un extraño tipo de enamoramiento de la tu voz y las cosas qeu dices... y presiento que un buen pocentaje de la poblacion que te escucha siente lo mismo...