Suena, mientras redacto este breve post, la obra cuya tapa tengo entre manos: "La Biblia, según Vox Dei"; trabajo conceptual del grupo argentino sobre los textos sagrados, todo un atrevimiento, sobre todo tratándose de un género, el rock, que no era bien visto, menos comprendido, por gruesos sectores sociales e institucionales -La Iglesia, entre ellos-.
Es que estamos en 1971. Pero la propuesta de Vox Dei conquistó a propios y extraños desde el comienzo -si eso es bueno o malo para un disco de rock es otro asunto-. El punto es que la idea fue bendecida por la propia Santa Madre (la primera edición llevaba unos textos de Monseñor Giacelli en los que elogiaba, sobre todo, los versos "Cuando todo era nada, era nada el Principio, Él era el Principio y de la noche hizo luz"; el prelado se dirigía a Ricardo Sulé con estos términos: "A mí me hubiera costado tres horas explicar qué es Dios, y vos lo conseguiste con apenas un silogismo").
En la reedición de 2oo5, que es la que tengo conmigo, Soulé se aproxima a la obra en estos términos: "Intentar poner en palabras sobre el papel los sucesos de la vida, siempre fue tarea de los escritores. Sin embargo, los aprendices, desde tiempos muy antiguos, venimos intentándolo aún habiendo ya corrido no muy claros destinos. Digo esta a manera de disculpas, ya que es difícil para mí escribir sobre La Biblia según Vox Dei porque significó en mi vida algo muy decisivo".
¡Vivificante Semana Santa!
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