viernes, 18 de junio de 2010

¡Ay, Flaco!




Conozco a Pablo Cingolani hace unos veinte años; aunque yo no soy un ecólatra, reconozco en él un compromiso sólido en materia medioambiental. No es un experto, en términos convencionales, es, más bien un activista y un expedicionario. Justamente, hace unos 15 años, me solicitó colaborar en la producción discográfica sobre el Madidi. Con Comunidad, compusimos y grabamos el tema “La Expedición”… esta canción trata precisamente sobre la que Cingolani emprendió hacia la entonces casi ignota región del norte de La Paz.

Recorrimos también por un común proyecto político, que se bifurcó cuando el amigo quedo seducido por la figura de Evo Morales, mientras otros permanecimos en la vía democrática. La amistad, sin embargo, se mantiene sólida.

“El Flaco” se instaló en el primer círculo de influencia del primer periodo de Morales –conoce de cerca la distribución palaciega de recursos para los “movimientos sociales”- y le dedicó loas por su dicurso ambientalista: “El presidente boliviano se proyecta en el ámbito mundial como un nuevo líder político del ecologismo de los pobres, del ecologismo humano que nace del sentimiento y la experiencia indígena y su relación de respeto y amor por la comunidad natural que lo rodea” llegó a afirmar (Bolpress).

Pero, ¡paradojas de la vida!, Cingolani cometió el “delito” de observar que entre el discurso y los hechos, había un abismo de distancia… y ahora, como lo testimonia una carta del Foro Boliviano de Medio Ambiente y Desarrollo, está siendo perseguido por el Gobierno al que hasta hace poco apoyaba ciegamente. Pablo debe estar sintiendo algo parecido a lo que Juan del Granado habrá sentido cuando Evo decidió “prescindir de sus servicios” y mandar a sus perros rabiosos a proferir amenazas como aquella de “mandarlo a hacer compañía a García Meza en Chonchocoro”.

En carta dirigida a Evo Morales, el presidente del FOBOMADE, le solicita el
“CESE DE PERSECUCIÓN CONTRA EL FOBOMADE Y PABLO CINGOLANI Y PEDIDO DE GARANTÍAS PARA EL EJERCICIO DE NUESTROS DERECHOS HUMANOS Y NUESTRO TRABAJO”.
Bueno, Pablo, ahora te dirán de todo. Serás un “agente de la CIA”, un “súbdito extranjero”, un “traidor al proceso de cambio”… la amistad sigue.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se agradecerian unas palabras del senor en cuestion....
Nos paso a todos creo en menor o mayor grado
Salu2

Anónimo dijo...

Perdon me llamo pablo guardia

Mónica Oblitas dijo...

Puka querido, no creo que Cingolani recién se haya dado cuenta de la distancia entre los discursos y los hechos, lo sabía desde el principio, y aún así apostó como lo hizo. Cingolani, Chávez, Stefanoni, Orduna, etc., son parte del grupúsculo foráneo que siempre ha estado bajo las órdenes del MAS. Y saben bien con quién y a qué se meten. Quien quiere celeste...

a. ferrufino dijo...

Bueno, Pablo está tomando de su propia medicina. Él, que apoyó al MAS cuando el masismo perseguia a otros, tendrá quie asumir con resignación que ahora sea su turno.