jueves, 12 de febrero de 2009

La Robolución



Por su pertinencia, comienzo con la siguiente transcripción: “Puesto que sus hermanos se enriquecen con contratos públicos y él lo permite, también el presidente debe de ser un ladrón. O sea, no afirmo que lo sea, aunque parece que lo creo. Y por parecer creer no hay difamación, ¿o sí, doctor?”

Adviértase que se usa debe de, en cambio debe a secas “significa que se tiene que, como cuando digo: ‘la ley debe castigar el delito’. ¡Pero cuál ley, cuál delito! Delito mío por haber nacido y no andar instalado en el gobierno robando en vez de hablando”.

Dicho texto se encuentra en la novela La Virgen de los Sicarios, de Fernando Vallejo. ¡Y vaya que de hermanos y de sicarios nos hemos ido enterando!, ¿no ve, hermano Evo? No me venga ahora con eso de “proceso de cambio” o de “revolución”. Aquello se reduce a “te doy un millón, me das cien mil de cambio” –o, para el caso concreto, “te doy 86 millones, me das 8 millones seiscientos mil de cambio”- y ésta no es más de lo que fue desde el comienzo, una robolución.

Ya lo había dicho durante mi exposición en el foro de la Asociación Boliviana de Ciencia Política el 12 de noviembre de 2008 (parcialmente reproducida en Tiempo Político) ante un auditorio con predominio de masistas que no habían ido necesariamente a escucharme, sino a aplaudir al diputado César navarro, otro de los ponentes. Lo menciono porque una cosa es escribirlo y otra decírselo en sus propias caras: “Ahora que se habla del gobierno de los ‘movimientos sociales’ (o en nombre de ellos), ¿ha desaparecido la corrupción? Tengo fundadas sospechas de que tal cosa no ha sucedido”. Por el contrario, parece haber aumentado.

Lo terrible es que para que uno solo de los casos se muestre en toda su mafiosa magnitud hubiera tenido que producirse un hecho de sangre. De no haberlo hecho, los ladrones de YPFB seguirían disfrutando de la buena vida y la poca vergüenza, que es como parece que en el gobierno se entiende el suma qamaña, del cual solo aplican las dos últimas sílabas.

¿Sirve el MAS al pueblo? Más bien se sirve de él. Entonces, ¿a quién sirve? A Dios, tampoco –a la Biblia la estrellaron contra un calefón, diría Santos (Santos Discépolo, por si acaso)-.

Los capos del instrumento político y sus redes de latrocinio sirven a Mammón, término bíblico que, según Juan Leita, se refiere a todos aquellos poderes fácticos y reales de este mundo que acaparan riqueza para su propio provecho. Tales poderes, dice, no son abstractos, sino que son regidos y controlados por individuos concretos. Luego, el discurso masista es una verdadera mammada; los mammones, entre los que debe de estar el Presidente, solo instrumentalizan a sus seguidores para darse la gran vida.

Se me ocurre que el próximo capítulo de esta historia podría llamarse “El ABC de la Corrupción”. Incluso podría ser declara como texto oficial; pero para que esto acontezca tendrá que correr más sangre. Se necesitará más tinta roja.

3 comentarios:

Nicolás Colque dijo...

La cleptocracia es parte de la bolivianidad. La ejerce el gobierno, los dirigentes sindicales, los presidentes de cooperativas y de juntas vecinales. Es justo criticar al gobierno que roba, pero en el fondo es injusto querer que este gobierno haga lo que los anteriores no hicieron achacando que ellos prometieron el cambio ¿acaso los anteriores no lo prometieron? "Vamos a cambiar" fue el slogan del MIR (de "tu" MIR) en las elecciones de junio del 2002. Este gobierno tiene muchos defectos, para mí el fundamental es su profundo anacronismo, pero no es ni más ni menos corrupto que cualquiera de los anteriores, ¿acaso el diezmo lo inventó Santos Ramirez?
El 10% existió con JPZ, con Goni, con Banzer, con Tuto y con el horrible Mesa, no nos rasguemos las vestiduras ni seamos hipócritas, la corrupción en caminos siempre existió, y las coimas en YPFB y en Comibol. Critiquémoslas, pero no hagamos como que todo eso comenzó con Evo Morales, que apenas es más de lo mismo.

El Educas dijo...

Absolutamente de acuerdo con Nicolas, pero por la misma senda y reciprocidad de razonamiento, tampoco podemos atribuir a Evo Morales el principio del cambio, como el discurso oficial quiere hacerlo. Los avances en equidad, inclusión, descentralización, participación democrática, género, etc. tienen un recorrido en la historia de la democracia,que aunque lento, no es su sola obra, como busca hacernos creer desde el monopolio de la tribuna.

Anónimo dijo...

el tema es simple hay MAS corrupcion ahora disfrazada de movimientos sociales, es verdad siempre existio la corrupcion sin embargo eso no justifica las actuales mañas de nuestros ocasinales gobernantes, ver el pasado para tapar un presente?? me parece nada logico ni etico, si es tiempo del cambio de los ama sua ama quella .....que paso con la mediocridad del habil luchador DE NITROBOLIVIANO SANTOS, HURACAN RAMIREZ, LA MANO DERECHA DEL CAMBIO LO ETICO DE LOS MOVIMIENTOS?? SANTOS ROBOS BATMAN