Hace 17 años el 10 de julio cayó, como hoy, en viernes. Para sar este dato no tuve que recurrir a tablas ni fórmulas aritméticas: simplemente tengo entre manos un ejemplar de La Razón de la echa de referencia de 1992 que, como el resto de los rotativos, abrió su edición con la misma noticia, Guardo este número y el de la víspera porque considero emblemático el hecho del que dan cuenta.
Ahora que se habla de prescribir feriados para todo gusto -no vaya ser que el trabajo se convierta en excepción- al grado de decretar como día no laborable de alcance nacional el de la celebración de un "milenario" evento turístico inventado hace no más de veinte años, no quiero dejar pasar la oportunidad de proponer como jornada festiva con suspensión de labores cada 9 de julio, como símbolo de que, más allá de legítimas posiciones políticas, los bolivianos, a través de nuestros representantes, podemos llegar a acuerdos por el país y, lo que es más importante, cumplirlos aunque cambien los gobiernos.
Lo hago aún a sabiendas de que al actual no le hará ninguna gracia. ¡Lógico!, un Gobierno que hace de la confrontación su método de acción, no va a acoger de buen grado una iniciativa que exalta en entendimiento y el diálogo.
Si usted aún no a caído en cuenta del acontecimiento que rememoro, transcribo el titular principal de aquel viernes: "Histórico acuerdo político para modernizar el Estado". Pocas veces el adjetivo "histórico" ha sido utilizado con tanta propiedad por la prensa que habitualmente tiende a usarlo sin el cuidado que amerita su sola mención.
A convocatoria del entonces presidente Jaime Paz Zamora y con el esfuerzo articulador del Ministro de la Presidencia, Gustavo Fernández Saavedra -considero que tal es el rol de dicha cartera- se celebraron reuniones con los jefes políticos de la época: Carlos Palenque (Condepa), Max Fernández (UCS), Antonio Araníbar (MBL), Hugo Banzer (ADN), Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR) y Oscar Eid como jefe en ejercicio del MIR, dado que Paz Zamora hizo dejación del puesto a tiempo de asumir la Presidencia de la República.
El 9 de julio de 1992 tuvo lugar en el Palacio Quemado la suscripción de los acuerdo que pueden ser considerados como la base de la institucionalidad democrática pensada para una Bolivia moderna y de la que derivaron posteriores aportes en tal sentido.
Dichos acuerdos se pueden sintetizar en sus objetivos:
- Reforma y modernización del Poder Judicial
- Registro Civil y Registro Único Nacional
- Reformas electorales
- Reforma Educativa
- Reforma de la Constitución
- Elección del Contralor General
- Juicio a García Meza
- Ley de partidos políticos
- Ley de industrializació n de la coca
Excepto el último, todos cumplidos a cabalidad. Comenzaba para Bolivia la construcción de una cultura institucional democrática.
El proceso político en curso marca un sensible retroceso en tal propósito, pero siempre habrá una esperanza para nuevos nueves de julio.
viernes, 10 de julio de 2009
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