El régimen acaba de encontrarse con su mejor caracterización
hasta la fecha: el sozialismo que, así como la guillotina deriva de Guillotin,
este forma de entender la política deriva de Soza, apellido del operador
judicial encargado por el Gobierno para sostener un caso insustentable en
condiciones normales.
Para ello, el señor dispuso de ingentes recursos que el
régimen le brindaba a solo conjuro: vuelos en el acto, escondite, renuncia
“irrevocable” y, ahora, vacaciones; en una suerte de paráfrasis de la canción
“Ave de Cristal” de Los Kjarkas, el fiscal general considera que no se cae un
caso cuando un fiscal se va -¿se va, no se va?-.
La cosa, sabemos, es justamente ésa. Que el caso no se
caiga, porque si lo hace, cae Evo, y ya no te cuento la de fichas que caerán
junto con él. El sozialismo es, en último grado, el arte de impedir que caiga
Evo sin importar que, en el intento, cargues contra todo principio de
institucionalidad.
De por medio están el audio sometido a peritaje de manera
independiente –dos veces a falta de una-
en el que el ¿ex? fiscal se deslengua con absoluto desparpajo sobre su “íntima”
relación (de tú a tú) con los capos del régimen y la emisión de un programa de
la cadena Al-Jazzera en la que se sostiene la hipótesis de que no hubo
enfrentamiento en el operativo “Las Américas” y, por tanto, lo que hubo fueron
ejecuciones extrajudiciales.
Llevado a otros niveles del régimen, el sozialismo se
expresa de forma análoga: trampa (admitida y hasta pregonada en el asunto de la
re-reelección), leyes restrictivas a la libertad de expresión, extorsión,
tráfico de influencias, amedrentamiento, descarado abuso de poder, impostura
(“consulta” al Tipnis), irrespeto a las convenciones internacionales (asilo
político concedido por Brasil al senador Roger Pinto) y un rosario, más grande
que el que ostentaba Soza en su “reaparición”, de licencias para medrar del
Estado.
Con semejante aporte a los anales de la política, Soza tiene
asegurado un lugarcito en la historia, así fuera la de la ignominia, y su
legado será recordado por generaciones de ciudadanos como el ejemplo de lo que
no debería ocurrir en nación alguna que se precie de vivir en estado de
Derecho.
1 comentario:
No Puka, en todo caso debería llamarse el SOZALISMO... ¿que pasa pues puka, dice que estás detras de esa huevada llamada La Huerta?
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