jueves, 29 de septiembre de 2011

Larga Transición



Venimos insistiendo –contrariamente a lo que los titulares del poder y sus apologistas sostienen- en que el tiempo que vivimos no es el del inicio de una nueva era política sino el último estertor de la añeja. El espíritu fundacional, mejor conocido como “complejo de Adán”, no es más que un prurito que les da a ciertos megalómanos aupados por masas o montados en las armas.

¿Acaso García Meza no denominaba a su régimen como “democracia inédita” o de “reconstrucción nacional” asegurando permanecer en el poder durante 20 años? Duró algo más de uno que, en su caso, se trataba del último coletazo de la era de las dictaduras militares, en un tiempo de transición hacia la democracia.


En el caso que nos atinge, el del actual desarrollo de las cosas, podría hablarse de una transición de la república a la república (“nueva”, “segunda”, “tercera” o la que fuera para quienes gustan de los adjetivos). Nos encontramos en el interregno propagandizado como “Estado plurinacional” salpicado por una buena dosis de pintoresquismo y los consabidos reclamos a la eternidad de su caudillo.


Ha ocurrido que en una violenta aceleración del ritmo sociopolítico –llámese “revolución”- se ha verificado algún avance que de todas maneras la democracia iba a dar aunque a velocidad de reforma, que es su tempo histórico, pero que por su propia dinámica terminó desordenando a la propia sociedad y derivó en un acoso asfixiante del Estado hacia ésta.


Quien observe desapasionadamente el pesado pero eficaz avance de las reformas de carácter social durante el último período democrático, convendrá en que inevitable –e institucionalmente- el país se encaminaba a una inclusión cada vez más plena de los ciudadanos en la dinámica pública.

Las imposturas emergentes de efluvios refundacionales acaban como lo estamos viendo, en tiempo real, estos días. Como castillos de arena se están cayendo todos los imaginarios teorizados por los directores del régimen y difundidos por sus epígonos.


Se percibe la proximidad de un tiempo de encuentro de la bolivianidad, después de que en nombre del “cambio” se la hizo añicos. Se comienza a respirar libertad, se está perdiendo el miedo…. señales de cambio.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Imágenes de una jornada Típnica


Hoy no atendemos



Ministerio de MASacres, ex ministerio de Justicia, sacándosé de encima la sangre


"Evo: No se pega wawas" (pintada en la Vicepresidencia)


Tipnis somos todos


El Tipnis no espera: todos a San Francisco


Mineros


La Paz con el Tipnis


Interminable...


Cerca de la Cancillería


Caras conocidas

martes, 27 de septiembre de 2011

Nosabe/No responde



Cobarde, siniestro y repugnante terminó por mostrarse el sujeto de la foto. Astutamente, utilizó la plataforma de los derechos humanos para “marketear” su imagen y escalar en la política. Una vez situado en la nomenklatura del régimen narcodictatorial, le hizo ascos a aquella y reveló su verdadera personalidad, hedonista en extremo.

De su etapa de “selfmarketing”, recuerdo que las veces que yo pasaba por la avenida “6 de agosto”, lo veía en las afueras de la oficina de la APDHB estrechando la mano de cuanto transeúnte le respondía el gesto –muchos seguramente sin saber quién era el personaje que se la brindaba- (linda pega, me decía a mí mismo: parase en la calle y saludar a los parroquianos de paso). Si al pasar por ahí no lo veía en la repetida escena, seguro lo vería durante la noche en algún canal de televisión metido en alguna reyerta a las que él acudía presuroso atraído por las cámaras.

Su etapa, terminal, de ministro puede resumirse en tres hitos chapuceros:

a) Caranavi. Lo que bien pudo haber sido explicado como una intervención en resguardo del bien común (el libre tránsito de los ciudadanos) derivó en un cuento de piratas tan truculento que merecía, ya entonces, una destitución o su propia renuncia al cargo.

b) Sanabria. En sus narices –término exacto-, su Jefe de Inteligencia armó una estructura narcotraficante al interior del Estado. Otra vez, el bellaco este, se hizo el desentendido. ¿Fue destituido? No. ¿Renunció? Tampoco.

c) Tipnis. Está tan fresco el hecho que no necesito entrar en detalles. Esta vez la embarró acusando a gil y mil, pinchando teléfonos, twitteando boludeces y, por último, cometiendo una represión inenarrable de la que dice que no tiene ni idea. Una vez más, “No sabe, no responde”. ¿Destitución? Nones. ¿Renuncia? Pior….

A los adjetivos de inicio hay que añadir “caradura”.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Gracias, Ojo del Alma

Como un bálsamo. Así sentí que fueron las jornadas de producción para la presentación de Comunidad en el programa "El Ojo del Alma" a emitirse el sábado 1 de octubre (9:00 am, por la teledifusora ATB).


Digo esto porque el trato que nos brindaron su conductora, Paola, su productora, Cinthya, y el personal técnico fue impecable; nada que ver con esa actitud de "te estamos haciendo el favor", tan frecuente en el ambiente. Y no es que nos hayan tratado como a estrellas... simplemente lo hicieron con respeto y entrega, lo que hace la diferencia.






He disfrutado -y creo que así lo ha hecho cada uno de los miembros de la banda- cada instante de la movida. Gracias, pues, a quienes lo hicieron posible... y a Virginia Araníbar por las fotos!!!!!









viernes, 16 de septiembre de 2011

De manual...


Mientras las figuras ministeriales llevaban las consabidas consignas hiperdesarrollistas a las distintas estaciones de la marcha indígena por la preservación del TCO, área protegida y Parque Nacional TIPNIS –quien escribe tenía cifradas esperanzas en que el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, llevara un soplo de aire fresco, pero resultó ser más de lo mismo. Otro, no menor, detalle, ¿hay ministro/a de Medioambiente?- otros operadores menos visibles hacían el trabajo sucio, o sea, dividir a los colectivos del lugar para que, una vez conseguido esto, hiciera su aparición el Iluminado, quien justamente hoy reiterará a los esquiroles la inminencia del paso de la carretera por el centro de la biodiversa reserva.

Vale decir que, sin ruborizarse -y no es la primera ni será la última vez- el régimen aplica, a pie juntillas, el consabido manual de la política criolla para perforar organizaciones y salirse con su gusto en la materia que fuera. No me escandalizaría en absoluto de algo así, si no fuera de conocimiento público el hecho de que fueron estos pendejos (en sus dos acepciones) quienes se llenaban la boca lanzando diatribas en contra de la “política tradicional”.

El régimen que se autopropagandiza como “el que gobierna escuchando (u obedeciendo) al pueblo” es el que aduce “decisión tomada” a la depredación inmisericorde del sitio. Con tal lógica (la de la “decisión tomada”) Jaime Paz le hubiera metido nomás a la explotación de los recursos evaporíticos del salar de Uyuni por parte de la Lithco, pero optó por “escuchar al pueblo” y desestimar el probable contrato; con una ligera diferencia: en el salar no jugaba, ni de lejos, un impacto ambiental como el que a mediano y largo plazo se va a verificar en la zona del parque. Es más, si la Lithco entraba a operar, ahora sería una empresa estatal aprovechando la tecnología dejada por la privada y por lo menos hubiera habido 20 años de regalías para la región. Pero Jaime Paz prefirió evitar el conflicto, lo mismo que dejar que la marcha del ’90, llegara a La Paz sin mayores excesos. ¡Qué mal político este tío!

Tengo la impresión de que, pasada la efervescencia “revolucionaria”, este régimen quedará en la historia como una triste, aunque pintoresca, anécdota.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Qué (no) hizo Choquehuanca?


Durante el conflicto relacionado al TIPNIS, el ministro David Choquehuanca:

- Mantuvo perfil bajo

- Fue cauto en las escasas oportunidades en las que se refiró al tema

- Dejó que sus colegas se hicieran el harakiri

- No mostró listas de pinchazos telefónicos

- No llamó "salvajes" a los marchistas de tierras bajas

- No acusó a organismos internacionales u ONG's de propiciar la protesta

- No mandó a los cocaleros a enamorar a las yuracarés

- Desautorizó a Quintana cuando éste anunció la expulsión de USAID de territorio boliviano

- Se hizo "extrañar" ...

Por estas y otras razones, don David, va a ser la estrella del momento, eclipsando a los lineras y a los evos.

Who would tell !!!!!!!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Estado o ¿puterío?


No, no voy a salir con una monserga moralista ni con hipócritas admoniciones sobre el bien y el mal; no.

Poder y placer carnal suelen retroalimentarse "en perfecta armonía". Las putas cumplen una suerte de "función social" al brindar placer al poderoso que así lo requiere; el billete está por ahí y ni opas que fueran para dejarlo escapar. Bien por ellas.

Los tiros van por otro lado. Nadie tiene porque meterse debajo de las sábanas de nadie, por muy pública que sea la figura, mientras resuelva sus apetitos dentro las muros del nidito particular o de los lugares públicos destinados a tal efecto.

El abuso, para emplear un término amable, ocurre cuando la joda se instala en ambientes públicos, entendidos como instituciones oficiales; o sea cuando el patrimonialismo -entender la cosa pública como privada- llega a tal extremo.

El "vivir bien"está siendo tomado literalmente y eso trae problemas a un Estado que, a más de narco, ahora suma -jodas en el penal de Palmasola, jodas en la Fuerza Aérea- el dudoso honor de lucir foquito rojo.

Antes, el Poder -sus jerarcas dispuestos a ello- acudía a puteros "oficiales" que eran secretos a voces. En el proceso de cambio, el Estado es un putero.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Gran pachamamada, gran



Por ingrato para el régimen que haya sido así, es menester recordar que fue el tiempo de los genéricamente –y, por tanto, indiscriminadamente- llamados “gobiernos neoliberales” (que para el Dr. Morales Ayma va de 1492 a 2005), el que legó para el presente y el futuro de las y los bolivianos una serie de medidas de corte medioambiental que permitieron llegar al siglo XXI con relativamente buenas credenciales en materia de conservación y mejores aún en materia de biodiversidad. Alguno podría sostener que lo hicieron por sacarse la mala conciencia del capitalismo salvaje… aún si fuera así, el hecho es que lo hicieron.


Los “neoliberales”, entre otras cosas, decretaron la “Pausa Ecológica Histórica” de 10 años –Paz Zamora- crearon la cartera de Medioambiente (dependiente del superministerio de Desarrollo Sostenible) –Sánchez de Lozada, primer periodo-, llegaron a erradicar casi en su totalidad los cultivos de coca ilegal del Chapare –Bánzer, gobierno constitucional- y, lo más importante, a lo largo de años de “neoliberalismo” se fueron consolidando las áreas protegidas y los Parques Nacionales, mediante dispositivos legales y estructuras institucionales.


Todo hacía parecer que el “indígena” que se presentaba como el paladín de los derechos de la Madre Tierra por sobre todas las cosas, más allá, incluso, de los derechos humanos (secundarios, según su punto de vista), habría de ser quien continuara y mejorara lo ya hecho en este esfuerzo.

Sabemos ahora que el famoso discurso de la Pachamama es pura pose y que se ha trocado en una vulgar pachamamada. En el trasfondo de la tozudez por imponer, sospechosamente, una carretera que atraviese un Parque Nacional, está la puesta en entredicho de la existencia de estos espacios biodiversos; máxime si lo previsible es la ampliación de la frontera cocalera con sus implicaciones narcovinculadas.


En un ámbito más amplio, éste es el típico caso en el que el remedio resultó peor que la supuesta enfermedad a combatir: en lugar de democracia, fascismo; en lugar de transparencia, corrupción descomunal; en lugar de eficiencia, parálisis de gestión; en lugar de nación, desintegración y racismo; en lugar de Pachamama, pachamamada.