jueves, 8 de octubre de 2009

El precandidato




Como un error de timing puede ser considerado el Decreto Supremo # 304, de corta vida –en realidad ni llegó a entrar en vigencia- que acaba de ser abrogado, más por el costo político que, con miras a diciembre, podría afectar al precandidato –contracción de presidente/candidato- Morales, que por un súbito arrepentimiento gubernamental respecto del contenido del mismo. El Mayor retirado Juan Ramón Quintana señaló que se lo hacía porque ”el espíritu es de impedir que intereses mal intencionados puedan perturbar este proceso electoral” y no, por ejemplo, porque la propia Constitución redactada por el oficialismo reza, en su artículo 92, que “las universidades públicas son autónomas e iguales en jerarquía. La autonomía consiste en la libre administración de sus recursos; el nombramiento de sus autoridades, su personal docente y administrativo; la elaboración y aprobación de sus estatutos, planes de estudio y presupuestos anuales…”. Más adelante prescribe la modalida y los mecanismos para que su ejercicio no escape al ordenamiento jurídico del Estado.



Varios aspectos resaltan entre la aprobación, la abrogación y lo que ha puesto en evidencia el decreto de marras. En principio, de la propia firma llama la atención que dos de sus suscriptores –promotores, inclusive- hayan sido un ex rector de la UMSA y un ex candidato a la rectoría de la misma casa de estudios superiores, Roberto Aguilar y Ramiro Tapia respectivamente. El decreto convertía a las universidades en dependencias del ministerio de Educación, aunque no resistía un recurso de inconstitucionalidad (acabo de recordar que el gobierno mató al Tribunal Constitucional); pero, en el estilo “le meto nomás” fue emitido de todas maneras. Solo la posibilidad de poner en riesgo decenas de miles de votos estudiantiles hizo retroceder al régimen.



Otro elemento que se desprende de este episodio es que, gracias al prematuro parto de este decreto, se conoce con certeza lo que el tirano quiere hacer para seguir concentrando poder. La rectora de la UMSA dijo que esperaba que la abrogación no sea solo una medida de coyuntura (electoral). En todo caso, se ha activado la alerta.



Por lo demás, pero no por último, ha quedado puesta en evidencia la curiosa idea que tiene el precandidato acerca de la autonomía, considerando que su intención respecto de la universitaria es extensiva a las “naturales”: la municipal y la departamental, y a las forzadas: la indígena y la regional. Dicho en buen romance, la sola palabra le causa arrebato y se le nota la impostura cuando se refiere a ella.



Imagino lo exquisito de un debate entre los candidatos y el precandidato sobre el tema autonómico: “Tengan compasión del pobre hombre, no ven que no puede decir algo medianamente consistente…” podría interrumpir un eventual moderador. Pero, claro, esto no va a ocurrir porque, conocedores de sus limitaciones, sus cortesanos no lo dejarán exponerse a hacer el ridículo en público durante un debate, expresión de buena salud democrática. Se corrobora el talante antidemocrático del precandidato.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pregunto: si el precandidato es incapáz de sostener por sí mismo un debate y no conoce de la misa la media, ¿Es razonable permitir que siga dirigiendo un país a su libre albedrío y el de los titiriteros que lo manejan?

Anónimo dijo...

Es necesario que piense antes de hablar...el precandidato necesita un PRECANDADITO!!!!!

Anónimo dijo...

Es verdad abrogo el decreto, pero que se ponga en vigencia la nueva Constitucion, la salud, la educacion serà una sola ya no necesitarà del decreto, lo que le hizo retroceder creo yo, fueron los Militares que comenzaròn a quejarse, pero es solo hasta su reelecciòn, de eso tenemos que estar concientes todos

Julio G. dijo...

Esperemos que los votantes no se dejen engañar. Le han apoyado y mirá cómo les paga. Pienso que esa actitud oficialista es momentánea. Una vez que sea reelegido va a prodecer con sus decretos