Como me ha sucedido varias veces –y supongo que a mis
colegas columnistas les ocurre también- entre columna y columna voy meditando
el asunto que abordaré llegado el momento de escribir. Y cuando llega, es casi
cuestión de transcribir al “papel” lo que uno ya tenía en la mente.
Pero la dinámica de los acontecimientos se interpone y, por
refracción, optamos por cambiar de rumbo.
De lo que menos quería tratar es del dichoso congreso del
ala “evista” del instrumento del régimen. Pero la fuerza de la coyuntura –la
admisión, por parte de la Sala Constitucional de un recurso interpuesto por uno
de los sectores de aquel, las “bartolinas”- se devora cualquier otra intención
temática, por muy edificante que fuera.
Ahora bien, antes de adentrarnos en los posibles escenarios
que conlleva este hecho, todos sombríos lamentablemente, echemos, ¡juro que no
quería hacerlo!, una mirada al sainete montado por el señor Morales Ayma y sus
valedores –desplazados del gobierno, en general-.
La concentración de Lauca Ñ responde a la urgencia del
mencionado personaje de ganarle de mano la candidatura a la Presidencia a
nombre del “instrumento político” al Presidente, que se encuentra en afanes
similares y hará otro tanto en el anunciado Cabildo de El Alto, el 17 de
octubre.
Con la “sutileza” que lo caracteriza, sin embargo, el
expresidente, se autoproclamó candidato –fue obligado a hacerlo, dizque- y ya
quedó claro que el único objeto del mitin entre amigotes era “oficializar” tal
nominación –pasándose por la entrepierna la “formalidad” de las primarias. Ni
siquiera hubo un contendor “pantalla” para simular una suerte de elección.
Ciertamente, hubo algunas resoluciones para pretender darle un carácter
orgánico y legal, aunque demasiado obvias como para darle la credibilidad que
manipuladoramente pretendía.
En las previas del evento, los órganos llamados a pronunciarse
sobre la legalidad del mismo, particularmente el TSE, huyeron de la “papa
caliente”; algunos de sus miembros arguyeron, casualmente, vacaciones o baja
médica. Nunca se instaló Sala Plena para analizar la situación, aunque
delegaron veedores (mirones) al lugar. Inmediatamente, Morales Ayma y sus
muchachos aseguraron que tal comisión daba legalidad al encuentro.
En suma, se trató de un “Congreso Express” (como el torneo
que pretendía la muy venida a menos FBF) cuya única finalidad era la que se mencionó
previamente.
Y cuando el cocalero comenzaba a celebrar su candidatura,
la Sala Constitucional admite el recurso planteado por el ala “arcista” y
corresponde la suspensión del junte en tanto se resuelva el recurso, para lo
cual tendría que instalarse audiencia hoy (corren apuestas sobre si se instala
o no).
Si usted piensa que me encuentro batiendo palmas por tal
situación, está completamente equivocado(a). Aun pudiendo coincidir en que la
convocatoria a tal “congreso” fue espuria, estoy consciente de que la decisión
de admitir el recurso no se la hizo por razones jurídicas, sino exclusivamente
política; y eso no es justicia. Había que decirlo y se lo dijo.
Por tanto, algunos de los escenarios posibles son:
- Dependiendo
de cuándo se instala la audiencia y de los alegatos de una parte y de la otra,
cuánto tiempo más durará el suspenso.
- Si
resulta favorable al ala evista (cosa poco probable por lo antedicho respecto
de la “justicia”) obviamente ésta se empoderará y ya escucharemos a Morales
Ayma subiendo, aún más, el tono de sus amenazas.
- Si
resulta favorable al ala “arcista”, probablemente derive en la
proscripción/persecución a sus más emblemáticos representantes, tal como ellos
lo hicieron con los opositores cuando ejercieron el gobierno.
Total, que tenemos show para rato. ¿Y la ciudadanía? Bien, gracias.