miércoles, 13 de julio de 2022

Va fan culo

 


De manera análoga a la forma de instrumentalizar las instancias estatales con la que los regímenes de Nicaragua y Venezuela socavaron la democracia, el de la corporación azulada no duda en cometer groseras torpezas en tal afán, aunque luego quede muy mal parado.

Así viene ocurriendo con las actuaciones judiciales en torno a lo que el régimen denomina “golpe de estado” en la medida en que mientras más testimonios afloran, va quedando más claro que tal cosa solo es fruto de la sed de venganza del señor Morales Ayma y de sus adláteres por no haber podido salirse con la suya –generar un vacío de poder en noviembre de 2019, lo que hubiese sumido al país en un caos de colosales proporciones- e intentar retomar el poder por otras vías –“guerra civil”, por ejemplo-. La sensatez de un grupo de líderes e instituciones de alto prestigio condujo a la sucesión constitucional que llevó a la pacificación y a elecciones, producto de las cuales el señor Arce Catacora es presidente de Bolivia.

Las revelaciones de algunos de los actores del proceso de reconducción institucional, particularmente las del expresidente Quiroga, ante la dejación del cargo presidencial y las sucesivas renuncias de personajes que, por instrucciones del jefazo, no asumieron el lugar que les correspondía, produjeron lo que bien se dio en llamar un “efecto búmeran”, producto del cual las tensiones dentro de la corporación se intensificaron. La insostenible versión del régimen se puede resumir, a estas alturas, así: Una vocinglera exdiputada que votó por la ampliación del mandato del Congreso, se la pasa despotricando contra todo aquel que no acata sus “instrucciones”, como lo hicieron en el caso de la expresidenta constitucional Áñez, expidiendo una sentencia al margen de todo debido proceso.

El más reciente exabrupto persecutorio que el régimen ha cometido es el absurdo proceso por “homicidio culposo” a través de un particular que alega parentesco con el presidente del Colegio Médico, Luis Larrea. El propio denunciante admitió que desde hace quince años no tenía contacto con el padre del acusado. Un rapto de vergüenza debió haber sentido la jueza al conocer el infame caso que dispuso la libertad pura y simple del aprehendido. En el interín, se filtró un audio en el que se escucha presuntamente al ministro de Salud instruyendo montar casos contra el gremio médico. Mientras tanto, la atención en salud de la población se encuentra en deplorable situación.

Hace una semana, durante la conferencia que brindó el Secretario General de la Juventud Socialista Internacional (IUSY), Ricard Torrel i Blanquet, en el marco de la Cátedra “Nelson Mandela”, le hice una pregunta a propósito del deplorable rol que viene desempeñando el exjefe de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero quien anda en afanes de legitimar las autocracias latinoamericanas como las mencionadas al comienzo de esta columna –hace poco estuvo en nuestro país, en plan de zalamería con Morales Ayma-.

El moderador, Julio Aliaga Lairana, leyó mi pregunta y el expositor, a su vez, le preguntó si podía responderla en italiano, a lo que el primero comentó “no sé si se entenderá, pero adelante”. Enseguida, Torrel soltó la interjección “Va fan culo” que, según el caso, tiene más de una equivalente en castellano; quizás la más aproximada al presente sea “que se joda”, para luego lamentar que, a pesar de ser su amigo, no puede admitir el extravío en que se encuentra el aludido.

Dicho esto, me permito dedicar el título de esta columna a quienes, desde el poder, quieren minar la democracia y sus instituciones. Ya les han infligido enorme daño y ya viene siendo tiempo de recuperarlas.


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